Organizaciones con obra
Descripción del Artista
Josefa de Ayala (c. 1630-1684) —también conocida como Josefa de Óbidos, por el nombre de la ciudad en la que pasó gran parte de su vida— nació en Sevilla antes de que su familia se trasladara a Portugal, el país natal de su padre. Como muchas mujeres artistas de la época, Ayala nació en el seno de una familia de artistas y fue formada por su padre, el pintor Baltazar Gomes Figueira. Tenía estrechos vínculos personales y estilísticos con algunos de los artistas sevillanos más influyentes, que muy probablemente marcaron su desarrollo artístico, como Francisco de Herrera el Viejo (que también fue padrino de Ayala), Francisco de Zurbarán y Bartolomé Esteban Murillo, todos ellos representados en la colección del Meadows. Ayala nunca se casó ni se ordenó monja, pero a los 29 años obtuvo la condición de "donzela emancipada", lo que le permitió vivir y trabajar de forma independiente. Su carrera floreció en Portugal, donde obtuvo numerosos encargos eclesiásticos y privados, y durante su vida produjo unos 150 cuadros, lo que la convierte en una de las artistas más prolíficas de la época. Aunque se sabe poco de su vida, los archivos que se conservan muestran que complementó sus ingresos como artista con inversiones inmobiliarias, lo que sugiere que disfrutó de una mayor independencia financiera y éxito en una época en la que pocas mujeres alcanzaban tal estatus.
El Sur Bodegón (c. 1680), recién adquirido por la Museo Meadows de la Universidad Metodista del Sur, es un ejemplo de la destreza de Ayala en la creación de composiciones dinámicas e intrincadas. El cuadro presenta una serie de frutas, verduras y flores dispuestas sobre una repisa oscura, un recurso habitual entre los pintores de bodegones activos en Iberia, como Juan Sánchez Cotán y Juan van der Hamen. Algunas de las frutas y verduras que incluye Ayala tienen claras connotaciones bíblicas y cristológicas: el melón, las cebollas y los pepinos que sustentaron a los israelitas en el desierto; la manzana que hace su fatídica aparición en el Libro del Génesis; y las uvas maduras con las que se elabora el vino de la Eucaristía. Sin embargo, completa la composición con cerezas e higos, peras, hojas verdes y elementos decorativos no comestibles, como flores. La presencia de pequeños insectos aporta un toque especial, muy característico de la obra de Ayala, y evidencia su gran capacidad de observación y su habilidad para romper la quietud de sus composiciones con la vida. Todo está pintado con un gran dominio del impacto visual del tenebrismo, con sus dramáticos contrastes entre la luz y la oscuridad, y que realza aún más la tridimensionalidad y el realismo de la escena.
«La obra de Ayala revela una hábil combinación de arte y profundidad temática», expresó Dotseth. «Sus bodegones, en particular, reflejan el uso inteligente pero lúdico del trampantojo para transmitir complejos temas religiosos, así como un hábil uso de los elementos decorativos para captar la atención y resultar agradables a la vista. Esta composición dinámica y ambiciosa representa una importante adición a nuestra colección de bodegones y complementa el numeroso fondo del museo de artistas españoles del siglo XVII».
Formación. 08 may de 2025 - 17 may de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España