Descripción del Artista
Sólo manchar un lienzo ya es una aventura.
Desde niño he plasmado mi inclinación por el dibujo y ya de adolescente ingresé en la Escuela de Artes y Oficios de A Coruña. Estuve siete años dibujando, a lápiz, con carbones y difuminos hasta que logré formar parte de un grupo que se inició en la técnica de la pintura al óleo.
No acierto a definir la pintura y su significado personal aunque representa todo para mí. No puedes vivir de ella, pero sé que es mi verdadera vocación.
Creo que a la hora de hablar de si el pintor nace o se hace, hay que tener en cuenta que primero existe un proceso que te inclina hacia una cosa que te gusta y luego un oficio, un hacer. Sin trabajo no se logran las metas.
La carrera de cualquier pintor se debe basar en un aprendizaje continuo.
Antiguamente, el artista arrinconaba un año el cuadro. Después de ese tiempo volvía sobre él y lo analizaba. Yo nunca tengo prisas ni doy una obra por terminada.
Creo que no existe la perfección, sólo obras mejores y peores.
En el retrato hay que saber captar la posición adecuada, ya que la obra debe tener personalidad.
Hay que dialogar con el retratado y observar sus reacciones y sacar a relucir el ser interior para captar la esencia de la persona.
Hay cuatro facetas en un pintor que son: dibujo, bodegón, paisaje y finalmente retrato, que son los pasos que debe seguir.