Descripción del Artista
La obra pictórica de Jordi Bofill (La Bisbal del Ampurdán, 1973) tiene su punto de partida en una inmersión en espacios abiertos y abstractos en donde se recogen variados elementos tanto del color como de la naturaleza, para apuntar, luego, en una sola dirección: Hacia el cielo, hacia el vasto y recóndito espacio sideral al cual pertenecemos, y en el cual se ocultan, dispersan y encadenan, según el artista, las claves de nuestro origen y nuestro destino. Toda la obra de Jordi Bofill persigue la vocación celeste del hombre, corre tras la llamada de las alturas, llamada que quien la siente, no la puede rechazar, su pena de ver privada su alma del fuego indispensable, del fuego original que al arder, distingue a los vivos de los muertos, a los despiertos de los dormidos, de los sin historia, sin destino y sin proyecto.
En esta dinámica, el artista concentra lo mejor de su visión y de su instinto poético, en rastrear los caminos que pueden conducir a nuestra especie hacia la luz, y en precisar los contornos y la figura de complejas visiones cósmicas, apariciones del ser en paisajes inspirados e inspiradores en donde circulan espermios azules, embriones de vida, células, átomos, quarks y partículas todas de las que se compone y descompone la trama misteriosa de la vida y la materia.
Cimentándose desde el primer día en una perspectiva abierta y de largo recorrido, la obra de Bofill constituye una búsqueda y un itinerario en donde el estudio del color ha sido el gran aliado que le ha permitido examinar las diferentes densidades del ser y del fuego, y elevar la mirada del hombre hacia el infinito.
En este deambular, y siempre mediante de un proceso riguroso de indagación y experimentación, Jordi Bofill ha logrado profundizar en el tema de las relaciones del hombre con lo infinito, ofreciendo una mirada sensible y receptiva hacia los fenómenos del Sueño, la Meditación y la Visión, entendida ésta como El Sueño Despierto. En este punto, el artista ha encontrado la autopista abierta, la escala de Jacob que comunica el cielo y la tierra, y lo ha plasmado en auténticas joyas, ricas en expresión, poderosas en la intuición, y sugerentes en todos los sentidos.
Sus obras representan no sólo que es posible la comunicación entre el ser y el infinito, sino que establece incluso el punto en que ésta se sitúa, en la respiración, en el aliento que brota desde la mente, desde la profundidad del hombre, mientras éste duerme o se relaja en el mar del amor. En ese momento íntimo y al alcance de todo ser vivo, lo sepamos o no, puede darse el milagro de la iluminación, o como prefiere llamarlo el artista, la realidad de la visión.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España