Descripción del Artista
Montuy, fue un artista plástico mexicano, poeta, activista social y cultural; pero sobre todo uno de los muralistas clave más importantes de México durante la segunda mitad del siglo XX. Uno de sus mayores logros es haber plasmado su obra monumental en el emblemático ‘Zócalo’ de la Ciudad de México en dos paneles monumentales: «La Rebeldía de los pueblos sojuzgados» y «A pesar
de todo». De esta forma Montuy está a la par de los que se consideran los «Grandes Maestros del Muralismo Mexicano» de la primera mitad del siglo XX: Diego Rivera y Clemente Orozco ambos con obra en el Zócalo.
Consiguiendo turno para explayarse de 1985 a 1986 en el interior del Edificio de Gobierno de la Ciudad de México, en el vestíbulo de la escalera principal. Montuy es considerado por algunos conocedores como el eslabón que conecta la cúspide del Muralismo
Mexicano, con la época posmodernista y capitalista-neoliberal. Con él se confirma la tesis de que el Muralismo de la segunda mitad del siglo XX, siguió vigente, y con él evolucionó y llevó a los límites su papel de provocación y subversión.
La obra de Montuy, de grandes dimensiones y también la de caballete es de incisiva denuncia, combatiente, sin apologías y, dosis de autocrítica, realizó siete murales en la Ciudad de México, veintitres en el sureño estado de Tabasco (en la ciudad capital y alrededores)
y dos murales en Veracruz (que desaparecieron).
Montuy considerado por Angélica Arenal Bastar (esposa de David Alfaro Siqueiros) como el más digno continuador de la “Tradición Muralista de México”, retrató ya no la época del México posrevolucionario (como sus antecesores), sino la etapa del excesivo y
lacerante periodo capitalista-neoliberal, el oficialismo, presidencialismo y la tecnocracia Mexicana.
Sus representaciones están llenas de crítica tenaz al sistema político, económico, social y cultural, en el «68» Montuy participó en las protestas laborales, estudiantiles-civiles que denunciaban el autoritarismo y el carácter paternalista gubernamental; estuvo presente
con sus tres hijos en el fatídico 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Ese día llevaba un estandarte que decía: “Mi esposa no vino, porque está enferma, pero vinieron mis hijos”, de un lado era una pintura que él mismo realizó y del
otro lado escribió el mensaje. La escena quedó registrada fotográficamente y fue publicada
por un periódico amarillista de la época, posteriormente saldría en libros como “La Estela de Tlatelolco”, el estandarte quedó destruido y aplastado en el amotinamiento.
La obra de Montuy, aborda también el afán persistente por conocer el expoliado pasado prehispánico de México y de su terruño (el Tabasco enclavado en Mesoamérica).
Sus representaciones y simbolismos abordan preceptos en torno a la cosmovisión de las culturas ancestrales prehispánicas del sur de México; despreciando los cánones y las visiones occidentales de la pintura clásica y académica, incluso las de las vanguardias y
el pop-art; para por su parte crear toda una iconografía e historiografía descolonizada, acompañada de escenas recurrentes en el imaginario mexicano que estaban sin plasmar; se puede considerar que Montuy desarrolló un lenguaje plástico de auténtica mexicanidad con una vigencia hasta hoy muy contemporánea.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España