Descripción del Artista
Todo aquello que constituye un registro de algo que pasó o que pasa alimenta mi obra. Ella habla de mi familia y habla del hacer. De los momentos vividos. De las manos que cosen, que crean, que escriben. Que toman fotografías que luego imprime o forman videos. De las manos que reciclan y que guardan. De la mirada puesta en esos elementos agrupados y utilizados, en las personas y en las acciones de esas personas. El andar en skate, el tocar la guitarra, el jugar al scrabble, el macramé, la costura y picar nueces. Puntos de partida que conducen mi producción.
La materialidad visible, la que configura el resultado, siempre alude al material no visible: aquel que hallo, que elijo y en el que me baso, los cuales comunican la identidad de un ser querido, mi propia identidad y aquello que nos ocupa en esta vida. Papeles, impresiones, tizas, escritos, cintas, telas, hilos, fotografías, viejos dibujos, diarios, cds.
Las operaciones con las cuales trabajo advierten acciones precisas, en las cuales me encuentro y encuentro a otros. Dibujar y jugar como dos compañeras. Cuando dibujo juego.
Miro y busco cambiar la mirada y las reglas que estructuran esa mirada. De una obra hago otra. Al resultado lo hago proceso y al proceso resultado. Ninguno por encima del otro.
Simplemente exploro posibilidades, vínculos, conexiones y formatos. Superponer y repetir.
Encuadrar y reencuadrar. Como si reordenara el cuarto y cambiase las cosas de lugar, muevo los elementos visuales reconfigurando la composición. De un mismo objeto construyo dos visiones o tres. De una misma foto dibujo versiones. Una tarde en el bosque, armando un fueguito, en la hamaca con mis hermanos, en las sierras con mi madre. Figuras que al sustraerlas, modifico su presencia. Figuras que repito como si rebosaran energía.
Cuestiones que entrelazan los hilos de mi obra: la textura que da el material, un tejido y un bordado. La mecanicidad de la maquina de coser y la precisión íntima de la mano con la aguja. La textura visual que me permite la herramienta cuando juego a rayar y a marcar un trazo en el papel. La desprolijidad es una búsqueda visual con pretensiones de soltura.
Mi obra empieza cuando algo me detiene y captura mi pensamiento. Sigue y se suspende en formas. Construyo de manera seriada. Sin embargo la misma no cuenta una historia, un relato lineal o una secuencia, sino reflejan miradas diferentes que en algún punto se unen. Por lo que funcionan tanto juntas como individualmente.
Siempre que hago algo lo muestro. Las redes sociales como catálogo. Expongo cuando puedo. Es parte importante en mi trabajo la mirada del otro y su opinión: funcionan como nuevos disparadores, o indicadores que habilitan variables, ya que mi obra es mutación, es registro de ese proceso, es resultado que responde a la oportunidad de habitar otros
desenlaces posibles.
Es así como mi producción se aloja y se nutre de figuras, elementos y pensamientos con gran valor simbólico para mí y para la gente que me rodea. La infancia como principio de todo y a la vez permanencia. Responde a las huellas de esa etapa que encarna la plena
experimentación de lo espontáneo, y a los placeres inmediatos reflejados en prácticas y vivencias almacenadas en archivos materiales y en recuerdos cargados de calidez.
Formación. 08 may de 2025 - 17 may de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España