Las fotografias de esta serie exploran nuestro entorno en un deseo de aprehender la belleza inadvertida, aquella que se nos asemeja como una aparente irrealidad. Es nuestra percepción la que construye nuestro pensamiento y éste, a su vez, quien construye lo real en cada uno, el país que habitamos. La luz natural incide sobre las flores atrapadas en el hielo, en un diálogo contínuo entre el instante y el devenir del tiempo, entre lo efímero y lo perdurable.
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