En esta pieza, Mauri invita a las mujeres a buscar su libertad y a no tolerar ningún tipo de abuso. Aquellos que no se mueven, no se dan cuenta de las cadenas que los atan. La verdadera libertad siempre es espiritual y está relacionada con nuestro ser más íntimo, algo que no puede ser encadenado, esposado ni encarcelado.
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