La obra propone una similitud con la experiencia humana de vivir. El zorro hace alusión a la astucia como cualidad indispensable para perdurar en determinados escenarios.
Un espacio minado por 50 trampas deviene metáfora de la existencia misma, del riesgo que implica vivir, pero también del reto supuesto en el propio acto.
Exhibida en la exposición"Para quebrar los muros" (2013) comisariada por Aylet Ojeda Jequín en el Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, Cuba.
¿Te gustaría añadir o modificar algo de esta obra?
Infórmanos si has visto algún error
en este contenido o eres este artista y quieres actualizarla. ARTEINFORMADO te agradece tu aportación a la comunidad del arte.