Es un no rotundo a todas las injusticias.
“No”, es un grito contenido que revela el instante en el que somos conscientes de nuestra impotencia como seres humanos e individuos singulares.
El rostro esta pintado sobre una base acrílica azul ultramar.
Las manchas y salpicaduras negras invaden el cuadro y el marco de la obra haciendo referencia a la injusticia. La expresividad del rostro evidencia el desencanto.
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