2009 Barro, tierra de color y carbón vegetal sobre tela de yute
500 x 600 cm
Al pintar este cuadro, que debía ser colocado en el Palacio de Justicia peruano, Gerardo Chávez empieza a reflexionar sobre lo que es en sí la justicia. Y resuelve el dilema enfocándose en hacer esta obra con un sentido puramente plástico, que ayude a descubrir sentimientos. “No nos interesa la historia, nos interesa cuestionar esa historia”, remarca.
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