La serie Postales recrea escenas familiares que son en realidad retratos de ausencia, momentos y personas a las que sólo pudimos conocer a través de los relatos de otros pero que se convierten en parte de nosotros mismos. El grabado en las diferentes caras del metacrilato compone una suerte de diorama que emula ese intento de recreación del espacio, una recreación que también nos hace perder la imagen cuando intentamos recorrerlo. Un recuerdo que es a la vez una responsabilidad y un imposible.