Al explicar su pintura, Starsky Brines comenta que ésta expresa imágenes que ha guardado en su memoria; imágenes de varios universos infantiles que desea conciliar con el adulto que se empeña en expresarse en la pintura. En su estudio de la historia reciente de la pintura, el joven Starsky descubre las extravagancias de la transvanguardia de los ochenta, la que a su vez se nutrió de la violencia del neoexpresionismo europeo, del grafiti newyorkino y de los murales urbanos de tantas ciudades que muchas veces nos son tan lejanas, pero también de la nueva figuración latinoamericana. Brines origina un sujeto el cual parece haber extraído del cómic y de ciertas imágenes emblemáticas de la llamada cultura de masas, sin otra afinidad que la creación pictórica. Su obra podemos identificarla por sus grandes formatos y sus largas secuencias de muy pequeñas series; el rostro imaginario, el ... interés por la materia y el color y cierta escritura en el espacio mismo de la pintura. Uno de los temas a abordar en la pintura de Brines, es el concepto de lo bello, bastante ambiguo, puesto que sus imágenes simultáneamente generan ternura y agresividad, igual a otras tendencias donde lo figurativo está fuera de cánones tradicionales de la belleza, además de estar controlado por la sensibilidad del artista y su deseo de acercarse al arte amando a la pintura como si fuera el juego de niños que siempre quiso realizar y ahora tiene la posibilidad de concretarlo con personalidad universal y colectiva. Su imagen se concentra en una escena. Una figura sin repertorio. Su color tiende a lo primario y con el mismo fundamenta el sentido del dibujo. La suya es una pintura sobre la que escribe un nombre o una palabra sin mas: una figura en cierto modo indefinida, un cuerpo acostado, un humano pajarraco, un rasgo despersonalizado, aferrado a su extraña condición humana. Esta es una pintura de fondos inquietantes y de modelos.

El currículo de este joven artista se remite casi principalmente a su país de origen, debido a su corta edad, pero cabe destacar que en el año 2005 le fue otorgado el Segundo Premio en el VIII Salón CANTV Jóvenes con FIA: Miradas Abiertas.; en 2004 el Gran Premio Juan Lovera, en el XXXIII Salón Municipal de Artes Visuales. Caracas, Venezuela; en 2003 la Mención Honorífica en el XXIII Salón de Pintura, Ateneo de Carúpano, Estado Sucre, Venezuela; asi como el Premio Mejor Pintura en el VII Salón Regional de Jóvenes Artistas, Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela.