Àlex Volta - 'El verbo mudo' Àlex Volta (1968), se presenta con hambre, caníbal, queriendo engullir los pecados de la humanidad, herida tras herida, pincelada tras pincelada, hasta transformarlos en genuinas obras de arte. Es un pintor tradicional, de óleo, formas y contenido, que disfruta dándole carácter al verbo mudo por excelencia, que es pintar. Dibujos precisos, trazos lentos, pausados, mezclados con fórmulas de pigmentos magistrales, y secados largos, dan paso a un conjunto de personajes extraídos de los infiernos católicos, quemados en sus propios yerros. Las almas que Volta pinta, están delante de ellas mismas, mirando su reflejo, en un charco sucio, después de infringir la palabra de Dios, atrapadas en las profundidades de esa oquedad, en este caso del lienzo. Pinturas graníticas, duras, aplastantes, están en contraposición con una sutil e inmensa gamma de delicados colores, casi grises, trabajados con una delicadeza y armonía incuestionable, ... ya que la retina va hilvanando el tortuoso camino bosquejado por Volta, hasta vislumbrar su exquisitez. Otra extraordinaria característica de su pintura, son unos relieves escultóricos, controlados, que normalmente propone en los motivos ancestrales, o antropomorfos del cuadro, y están hechos con el propio óleo. Estos volúmenes, transforma su compromiso en otro pretérito oficio, parecido a los bajorrelieves de la columna de Trajano, esculpida en cincel romano. Cuando el hipotálamo se acostumbra a este contundente trabajo, es cuestión de empezar de nuevo: mirar lentamente, sin miedo y temor, a ser reconocidos por los cuadros. Esta admiración nos lleva sin duda alguna, a visionar una labor minuciosa, obsesiva, no apta para todos los públicos, y muy recomendable para los amantes de la pintura, en mayúsculas. Tenemos delante un interesante libro, esta vez escrito con pinceles, por alguien que no está para pequeñeces, y nos explica, que el arte conceptual, no es siempre arte contemporáneo.

Samuel Sarmiento - 'La noche que descendí' La exposición La noche que descendí es un recorrido pictórico por diferentes historias, situaciones amparadas por la noche, utilizando el símbolo como elemento plástico. ¨El hacer artístico de Samuel Sarmiento es un tránsito por lo lúdico, una suerte de ejercicio narrativo que sucede a partir de escenas y personajes. Las historias no están articuladas ni las obras se nos presentan para ser leídas. Pero nos sugieren eventos, paisajes, encuentros que invitan a dejar correr la imaginación... Un trabajo que no aspira grandilocuencias técnicas si no la complicidad del pequeño relato transmitido en un murmullo¨. Susana Quintero-Borowiak - Comisaria y Crítico de arte.