Descripción de la Exposición ¡Yo y mi fusil, Señor! ¡Por mis cojones que no nos veis! desarrolla la idea de adaptación al entorno y al medio que nos rodea para comprender cómo habitarlo. Ese entorno que, en trabajos anteriores, muestro como un lugar de contradicción ya asumido como natural, columpiándose entre el espacio de libertad simulada y el de representación. Se proyectan a diario, en el cine y en los mass media, una serie de roles culturales establecidos que nos condicionan y en los cuales nos tenemos que reconocer para conseguir nuestra propia aceptación y la de los demás. Esto conduce a una uniformización y esencialización del individuo haciendo que todos nos tengamos que identificar con determinadas características. Y, como subraya Eva Grosz, implica 'un límite sobre las variaciones y posibilidades de cambio'. Debería ser imposible que la identidad de las personas se supeditase a unas cuantas fórmulas impuestas social o culturalmente, por el cine, la televisión,... Pero, ¿qué es lo que deseamos? ¿Cómo nos logramos identificar socialmente? Lo conseguimos por medio de mitos impuestos, mitos inculcados, como el del pequeño burgués: el enriquecimiento, la acumulación, un comportamiento consumista, etc. Por este motivo, propongo una serie de cuestiones acerca de los criterios de normalidad y convención en nuestra sociedad occidental. En esta videoinstalación se aprecian ciertas cualidades típicas dentro del contexto de la militarización, a primera vista: el uniforme o traje de camuflaje junto con el arma, remitiendo al contexto del ejército y la uniformización de sus miembros, para alcanzar esa metáfora de cuerpo único que rehúye de toda individualidad. La acción transmite una sensación de angustia y ansiedad. Arrastrándonos y moldeándonos, intentamos alcanzar el estereotipo, en una metáfora de la aceptación social para ser incluido y aceptado dentro de los cánones de esta sociedad. A lo largo de la proyección, se camufla mi 'esencia' como persona individual para intentar integrarme en un medio y lograr una normalización afín a la de las demás personas. Una supuesta adaptación al medio que no se consigue, debido a todos los modelos impuestos socialmente para llegar al ideal de integración y mimetización. Consistiendo en una lucha constante, en un esfuerzo por avanzar aunque los movimientos sean torpes y te huellen. Esta idea se refuerza mediante el resto de 'uniformes' que componen el espacio expositivo. A pesar del atrezzo, no procuro esconderme. A lo largo de esta acción, soy consciente de que estoy en un medio urbano en el que aparentemente no hay una lucha violenta, como acostumbramos a ver en los medios cinematográficos, pero sigo adelante intentándome camuflar, lo que nos lleva al contexto de farsa.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España