El pasado 3 de Enero, Esart Galeria de Arte inauguró su décimo tercero Salón de Invierno, que organiza . Una exposición fuera del circuito de grandes galerías, que ofrece la oportunidad a aquellos artistas que desean probarse a sí mismos, del reto de ser capaces de exponer y tener aceptación por un público, que sin ser coleccionista, ni tener grandes fortunas ni ser experto, sí puede tiene su particular sensibilidad en este campo, en base a otras pasiones o aficiones de las que pueden ser expertos conocedores y tan respetables como el arte, y que encuentra en una muestra como el XIII Salón de Invierno, un amplio abanico de posibilidades donde escoger.

Artistas, visitantes y compradores, tienen donde observar, aprender, valorar, cualificar, informarse, estar al día de las ... últimas tendencias y adquirir en consecuencia.

De una forma u otra, una exposición colectiva es un universo infinito de técnicas, temáticas, estilos, contenidos, perspectivas, espacios, volúmenes, estructuras, trazos y pinceladas infinitas e inagotables tonos y derivaciones cromáticas, que conducen al espectador al recreo visual sin límites.

Si bien las comparaciones son odiosas, si es necesario hacer mención del más que aceptable nivel de la muestra, en relación con el XII Salón del pasado año. Así, dentro de los estándares de la figuración, la abstracción, el paisaje (natural y urbano), las marinas y el retrato, es interesante destacar a Joan Rodó, en una obra de temática simple como una calle y sus edificios, (Carrer Vaquer) pero resuelta con corrección en la estructura y dominio en el dibujo y en el manejo del pincel. A nivel de contrastes paisajísticos, también es de destacar a Blanca Gala, que demuestra una excelente técnica, interesante resolución en el juego lumínico y una paleta de azules elaborada en sus marinas, a las que titula seriadas como Cromatismos, mientras que Joan Torné presenta una marina nocturna con una gama de grises y negros, y algún toque de blanco, dentro de una temática clásica, pero resuelta de forma original, siendo el juego lumínico dominante en la escena. Curioso seria la expresión a aplicar a Pere Soy con su Xut (chute), siendo la temática el fútbol - no habitual como referencia artística - y mostrando buenas dotes para el dibujo.

A nivel de retrato, destacar dentro de los cánones del más estricto academicismo, correctamente resuelto a Daniel Fenoy, con su particular visión de la mujer tibetana, y también a Margarita Becker, con una figura masculina, también muy tratada de forma académica, cuyo planteamiento recuerda a los retratos renacentistas, pero que emite una calidez especial, tanto a través del color como de la luminosidad.

Con respecto a los bodegones, curiosamente uno, de tendencias muy expresionistas, aunque con toques surrealistas, visualmente impactante y atractivo, a través de un poderoso juego cromático, resuelto con imaginación como es la obra de Francana. Interesante, también, destacar a Encarnación Vázquez, por la intensidad de su obra, tanto temáticamente como a nivel cromático, gracias a la utilización de colores fuertes, que dan al conjunto de su trabajo una gran energía y pasión. Excelente dominio del dibujo.

Diego Segura homenajea a Monet, en un trabajo meticuloso, siguiendo con atención al gran maestro impresionista, pero a pesar del título (Recordando a Monet), de momento tan solo es una referencia. Martine Anciaux repite obra, manteniéndose dentro de los cánones del arte cinético  

Aunque casi el 90% de la obra exhibida es pictórica, también se encuentra piezas escultóricas, que abarcan desde un modelado clásico en bronce - Antón Arranz - a una obra que sin ser novedad, siempre atrapa la atención del espectador. Tal es el caso de Pere Aragay y sus obras constructivistas, con claras referencias a la Bauhaus, en base a formas marcadamente geométricas, creando con material real un espacio real. Entre ambos, se encuentra la abstracción de Manuel Benjumeda.

Una muestra con aires de sinfonía barroca, singular e intransferible, donde resaltan la brillantez de la figuración, el esplendor de la escultura, la luminosidad de las marinas, la magnificencia del paisaje, o la grandeza de un retrato.