Descripción de la Exposición Provengo de Taiwán, y llevo diez años estudiando, trabajando, y viviendo en España. Taiwán, cuyo idioma oficial es chino. Cuando estudiaba en la Universidad Hua Fan, mi especialidad era la caligrafía china y la pintura china. Ahora, mi creación ya no es simplemente la caligrafía china o la pintura china, pero siempre tiene algo que ver con la filosofía clásica oriental. Ya que la es mi intencionalidad interior. «Writing Landscape», lo es 'Escritura del paisaje', o mejor decir: 'Escritura de la intencionalidad'. Pero, ¿Qué significa de verdad éstos?, o ¿qué significa el hecho de que los chinos solieran decir del pintor letrado que «escribe»? Pintar-escribir: un término se extiende a través del otro en lugar de distinguirse de él; encuentra en el otro su verdad. Mientras «pintar» (hua) es «trazar contornos» -el término designa etimológicamente, según su grafía, el estrecho camino elevado que bordea un campo y lo delimita-, «escribir» (shu) modifica esta perspectiva. Se puede, por supuesto, invocar razones tangibles para este cambio. Escribir y pintar requieren, en China, el mismo instrumento: el pincel (También la tinta es común); a diferencia de las letras de alfabetos, los ideogramas chinos son también, a su manera, trazados pictóricos cuya forma está fijada pero no inerte (Ya que el arte de la escritura aspira a insuflarles vida). Razones convincentes, puesto que tocan la materialidad de las cosas, razones tangibles; pero no consiguen agotar el fondo común de esas nociones, que es lo que posibilita su sustitución. Si se dice del pintor letrado que escribe, es para significar que lo que figura -bambú, roca, montaña, agua o personajenunca está cortado de un querer decir; y que la forma que traza, incluso cuando está tomada del mundo, contiene su subjetividad. Los tratados insisten en este punto, incluso lo convierte en su precepto inicial: pinte lo que pinte - el bambú o la roca-, el pintor chino empieza «comulgando en espíritu» con ello. «Acogiendo» la forma, «dando libre curso» a sus sentimientos: de una apertura recíproca entre esos polos, y de su interacción, es de donde nace el proceso de la pintura, así como de la poesía. Hay un término que dice bien en chino que lo que representa el pintor -y el poeta- queda habitado por su intencionalidad; al tiempo que da a entender que «lo que» pinta -«escribe»- nunca es completamente objetivable. Yi: idea-vitalidad-intención-sentido-sentimiento-justa visión... Cuando pinta, el pintor letrado «escribe yi» (xie yi); se habla del «yi del pincel» (bi yi); como se habla también de un «yi antiguo» (gu yi), o de un «yi vivo» (sheng yi). Captada del modo más global, la noción designa aquello «a lo que tiende el fuero interno»; y el que ningún término lo traduzca correctamente no se debe tanto a la amplitud de su espectro semántico como al hecho de que articule planos que la filosofía occidental ha desunido: los del sentido y de la energía vital, el deseo y la idea. «Pinta la intencionalidad» y el estado de ánimo, y no «la forma». «Olvidando la forma» tangible, presente, objetivada es como se «alcanza la intencionalidad» y el estado de ánimo; éstos no se obtienen sino «más allá de la tinta y del pincel», así como la riqueza del sentido en el «más allá de las palabras». El Jardín del grano de mostaza nos ofrece una exposición técnica de este aspecto. El hecho de que la pintura aspire a «escribir» la intencionalidad - establece esta obra en primer lugar- la aproxima al arte de la cursiva en caligrafía, que, en su rapidez se revela mucho más difícil que el de la escritura regular en que se traza individualmente cada uno de los trazos. Por eso de dice a propósito de la pintura que «escribir debe estar ligado a alguna intencionalidad», «no se puede posar el pincel sobre el papel». Si se trasluce intencionalidad, en cambio, la consecuencia necesaria es que los personajes pintados, «aun cuando no tengan ojos, parezcan mirar», «aun cuando no tengan orejas, parezcan escuchar». En tanto que tratado técnico, este manual propone esquematizaciones ejemplares: aquí, se bebe bajo unas moreras, es la época en que hay que coger crisantemos; allí, uno está sentado, solo, recitando un poema... Se expresan a la vez la situación particular y la intencionalidad que la atraviesa, todo ello de manera elíptica: «se manifiesta de lado y surge de soslayo», en una o dos pinceladas. «Entre una o dos pinceladas», dice para ser exactos el texto chino, para permitir la expansividad del trazado. Lo cual equivale, técnicamente, a propugnar una economía de medios que raya en la escasez. «Ocurre que lo que numerosas pinceladas no consiguen expresar, lo logran de repente una o dos pinceladas»; y entonces «se alcanza lo sutil», lo «sutil» que no deja de emanar: la pintura, el poema son ricos en alusividad.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España