Una cosmovisión es el conjunto de opciones y creencias que conforman la imagen o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir del cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente. Una cosmovisión define nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la ciencia hasta la religión, la moral o la filosofía.

El término "cosmovisión" es una adaptación del alemán Weltanschauung (Welt, "mundo", y anschauen, "observar"), una expresión introducida por el filósofo Wilhelm Dilthey en su obra Einleitung in die Geisteswissenschaften ("Introducción a las Ciencias de la Cultura",1914). Dilthey, un miembro de la escuela hermenéutica, sostenía que la experiencia vital estaba fundada —no sólo intelectual, sino también emocional y moralmente— en el conjunto de principios de la sociedad y de la cultura ... en la que se había formado. Las relaciones, sensaciones y emociones producidas por la experiencia peculiar del mundo en el seno de un ambiente determinado contribuirían a conformar una cosmovisión individual. Todos los productos culturales o artísticos serían a su vez expresiones de la cosmovisión que los crease; la tarea hermenéutica consistiría en recrear el mundo del autor en la mente del espectador.

El Concepto

El taller se convierte en su desnudez en un espacio aséptico para representaciones utópicas. La soledad y el aislamiento en que trabajo hacen que me incorpore a la escena como un intruso, consciente de ser un instrumento complementario del discurso: el observador, ya que no hay nadie más, y, como “los dobles de luces” en el teatro, suplanto la posición que han de ocupar en la verdadera representación los protagonistas, que en este caso nunca acuden porque no existen. No es una cuestión de “vanidad” es de “necesidad”, un mundo cerrado donde nadie participa, yo solo dentro y frente a la obra.

El Proceso

La muestra la componen fotografías y objetos, es una progresión de la exposición anterior (Némesis). En este trabajo la idea ha sido explorar las posibilidades de un mismo espacio haciéndolo diferente en cada fotografía y para eso me he ayudado de distintos elementos que me han permitido estas variaciones.

Por esta razón las fotos no son estrictamente fotografías; son montajes, objetos, acciones y hasta instalaciones que podrían ser tridimensionales, se transforman en fotos solamente por los materiales y por el formato empleado, no por el concepto.

En la realización de las fotos no ha participado nadie excepto yo: el aislamiento era parte de la idea. Con respecto a los temas, lógicamente tienen que ver con el título de la exposición, es una concepción del mundo abreviada pero que no hace más que insistir en elementos enunciados en propuestas anteriores: la cultura, la memoria, la historia y la experiencia propia.

Los objetos hubieran podido no estar pero no puedo prescindir del placer que me produce hacerlos, siempre me han acompañado en mi trabajo y los necesito para expresarme. Además pienso que desde un punto estrictamente formal equilibran la frialdad que producen los materiales fotográficos y complementan el discurso.