Descripción de la Exposición
La Galería BAT alberto cornejo continúa la temporada expositiva con el ciclo “Diálogos”. En este sexto ciclo presentamos la doble exposición “Watercolours & Transiciones” de Pablo Lambertos y Diego Canogar respectivamente. La muestra se inaugura el próximo viernes 16 de marzo a las 19:30h. y estará abierta hasta el 5 de mayo.
La galería BAT inauguró los ciclos expositivos “Diálogos” con motivo del sus 30 años de trayectoria, y ahora continúa la temporada retomando esta iniciativa con la obra de Pablo Lambertos y Diego Canogar. La propuesta “Diálogos” presenta exposiciones dobles en las que se establecen vínculos entre artistas que van más allá de lo formal y lo estético, y a este espíritu responde la exposición “Watercolours & Transiciones”, de Pablo Lambertos y Diego Canogar. Son evidentes las diferencias entre ambos, y sin embargo, existe una lógica conexión que permite tejer un diálogo entre sus obras, donde la luz y el contraste son la esencia de la unión entre pintura y escultura. La evolución de Pablo Lambertos como artista queda plasmada en sus piezas. Mediante el estudio y la experimentación consigue el resultado de unas composiciones que escapan a lo racional, llenas de luz y profundidad. Por otro lado, Diego Canogar nos transmite su pasión por lo geométrico. El equilibrio, el orden, la sutileza y la luz forman parte de su obra, creando dibujos en movimiento que nunca dejan de sorprender.
PABLO LAMBERTOS
“Watercolours”
La modernidad comportó, el menos en su origen, que todo el arte representacional tenía una concepción tradicional del mundo. El arte abstracto fue una respuesta al sentido moderno de realidad que significó la construcción de unas leyes propias para la pintura. Esta autonomía derivará en la inevitable ininteligibilidad de un arte que, a su vez, pretendía ser universal.
Pablo Lambertos pertenece a una generación de artistas que ha sido capaz de digerir la pesada herencia de las vanguardias históricas para afrontar un tipo de abstracción que no busca establecer códigos ni verdades universales. Al contrario, su trabajo plantea muy diversos interrogantes y evoluciona a través de la investigación pero también de la intuición. El artista parte de un complejo análisis acerca de los procesos químicos y de la psicología del color para, desde este punto de partida, construir imágenes líricas que se liberan de cualquier precepto.
Sus trabajos poseen un orden íntimo que escapa a la evidencia de la simetría y de lo modular. Se trata, en cambio, de orden vibrante que ordena las manchas de color a partir de una audaz relectura de las técnicas de azar controlado de herencia surrealista. Este aspecto se hace especialmente evidente en su última serie: influido por los reflejos, las formas, y la explosión que genera el agua en movimiento nace Watercolours, un conjunto donde la materia fluye entre capas de color cuyo contorno escapa a la precisión de línea.
El resultado es un espléndido grupo de trabajo que acoge la posibilidad de un tiempo poético que, como dice Bachelard, es un tiempo que nace de la profundidad del instante, metafísico y no cuantificable, un tiempo que denomina vertical para diferenciarlo “del tiempo común que huye horizontalmente con el agua del río, con el viento que pasa”1. A través de una cuidadosa mezcla de óleos, acrílicos, sprays y pintura blanca sobre metacrilato, el artista logra la imagen de un constante fluir por medio de manchas que se mueven en un espacio no referencial y que se entremezclan aleatoriamente impulsadas por la energía de la propia acción de pintar.
CARLOS DELGADO MAYORDOMO
Crítico de Arte
DIEGO CANOGAR
“Transiciones”
El intento por dominar racionalmente el espacio dio lugar a la geometría. La repetición de situaciones y la similitud observada en objetos diversos debieron condujeron al hombre en su primer paso hacia la abstracción matemática. La propia naturaleza se convertirá un ámbito de exploración donde será posible contemplar formas y estructuras simétricas, como aquellas que integran un copo de nieve y que, posteriormente, serán replicadas en construcciones culturales tan diversas como una fuga de Bach o una catedral gótica.
Diego Canogar conserva esa primigenia fascinación por la geometría que late en el orden del Universo. Estos esquemas eternos, o al menos atemporales, son el punto de partida de su indagación acerca de las formas, donde el dinamismo de la línea curva tiene un especial protagonismo. Pero su trabajo escultórico va más allá de una mera enunciación de formas, ritmos y estructuras que podemos encontrar en nuestro entorno. Su reflexión, más honda, busca derivar la racionalidad de lo geométrico hacia campos más emocionales y humanos. El resultado concluye a través de composiciones que son rigurosas sin ser estrictas, ordenadas sin ser reiterativas, controladas sin anular la intensidad expresiva.
Las esculturas de Diego Canogar pueden ser definidas también como dibujos en tres dimensiones, trazados en el aire con planchas de acero, tubos, chapas y varillas metálicas que el artista retuerce, dobla y suelda para construir la particular iconografía que puebla su microcosmos. Una iconografía que, además, no se dirige hacia una sola interpretación semántica ni perfila un contorno limitado; al contrario, al artista le interesa mostrar el dentro y el afuera al mismo tiempo para, de este manera, modular ese vacío activo que también construye la imagen.
Pero existe, además, un elemento visual, cambiante e intangible que termina por definir su trabajo: las sombras que, en el espacio, proyectan sus obras atravesadas por luz. No se trata de un componente baladí en la proyección escultórica de Diego Canogar, sino de un poderoso recurso para poner en cuestión la estabilidad figurativa del objeto escultórico y abrir su discurso hacia lo enigmático e indeterminado.
CARLOS DELGADO MAYORDOMO
Crítico de Arte
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España