Descripción de la Exposición La pintura figurativa ya no podía ser en el siglo XX una narración del mundo. Educados en el repertorio de la abstracción y las vanguardias, nuestros ojos saben ya que toda pintura habla sólo de sí misma, que la obra es laboratorio y experimento, que sólo emite ficciones plásticas.
Como todo cambio podemos contemplarlo al mismo tiempo con euforia y melancolía. Melancolía porque la ilusión inocente de un contemplar histórico o geográfico se ha terminado. Al ver los juegos de la luz sabemos que no estamos ante una postal, sino frente a una proposición de colores y puntos de vista que acaban dibujando un juego de luces. Y el bar, las mesas y las tazas son una excusa. Euforia porque el arte moderno nos obliga a mirar de nuevo, a mirar con la conciencia de que todo cuadro es en esencia ese combate de color y formas, puntos y líneas sobre un plano.
Las pinturas de Adolf Llovera viven en el campo de esa experiencia. Los encuadres largos, picados, aéreos, diseñan unas marcadas diagonales sobre las que se disponen mesas. Sucesivas capas de color se mezclan para intensificarse, como en “El Café Paraigua amb blaus” donde el juego de los colores complementarios nos recuerdan a veces la violencia expresionista de un Sickert.
Miradas de esquinas urbanas, sillas vacías alrededor de una mesa, periódicos, lectores solitarios, cucharas y tazas sobre el mármol, Llovera, en la estela de mu&os artistas del siglo pasado, utiliza el género de escenas de interior como una derivación de la naturaleza muerta. En “Ombres al Café Zurich” las mesas y las sillas se elaboran con una intención expresiva semejante a los jarrones y manzanas sobre un bancal de piedra. El espacio tiene importancia por sí mismo y en él se dibujan los dos o tres objetos básicos. El artista lleva a la luz lo que antes quedaba oculto por la indiferencia de nuestra mirada cotidiana. Esos objetos, libres de su banalidad, adquieren un nuevo estado. Y este desbordamiento sugiere una revelación: es el momento del aplazo, del asombro, de la complacencia estética.
Las piezas de Adolf Llovera nos llevan hacia una realidad entendida como esbozo, fragmento, azar. Estamos en la modernidad líquida.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España