De 1992 a 1999 reside en Francia, dedicándose a trabajar el lenguaje de los impresionistas franceses, sobre todo de Raoul Dufy y de Bonnard, para adaptarlo a una figuración contemporánea. Ya de vuelta a España, en 1999, se establece en la Comunidad de Madrid, donde expone regularmente desde 1995, retratando sobre todo la ciudad de Madrid y los Toros.

Montesol decide centrar su actividad en la pintura, la pintura como elemento narrativo, la mano como herramienta, el gesto y la intuición como expresión, la observación y la meditación como el método.

Su trabajo es una reivindicación del oficio. En una época donde la tecnología parece ser un fin en si mismo y el único lenguaje, Montesol aborda la pintura como una vuelta a la observación, el análisis y la serenidad, 'todo está en cómo vemos el mundo, todo está en encontrar el orden de las cosas'. No se trata de ofrecer una visión optimista como fin comercial, la 'joie de vivre' como envoltorio, sino una 'joie de vivre' como visión interior, como mensaje educado a tus semejantes.

Esta exposición de VIVIR MADRID, son veintisiete temas de un aire y un estilo de Madrid.

Porque Madrid tiene su estilo y su marca de gran ciudad europea y transoceánica y en estos momentos, de potente afirmación.