Descripción de la Exposición
El vigesimonoveno ciclo expositivo de Visiones Contemporáneas, un proyecto comisariado por Playtime Audiovisuales (Natalia Piñuel Martín y Enrique Piñuel Martín) para el DA2 - Domus Artium 2002, en su décima temporada, está dedicado a la artista visual Ana Esteve Reig.
Nacida en Agres (Alicante) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. En el 2008 se traslada a Kassel, Alemania, donde enfoca su trabajo hacia el vídeo abordando a través de su obra cuestiones como la construcción de arquetipos sociales, la dicotomía entre realidad y ficción y las dinámicas sociales en la realidad virtual.
Cada una de las piezas que presentamos dentro de este ciclo trabajan el comportamiento humano y las distintas identidades que pueblan el SXXI a través de las narrativas de ficción, influidas por la cultura popular del cine y la televisión, pero también de los videojuegos y entornos virtuales, intentando entender el posicionamiento del individuo dentro de la pluralidad de la sociedad contemporánea. A partir del estudio e investigación de todas estas analogías de ficción, con referencias también a la literatura, los cuentos infantiles y el cómic, Esteve Reig indaga en la ficción como capa fundamental para comprender lo real implícito también en la proyección que cada uno llevamos a cabo de nuestra personalidad en las redes sociales e internet. Cada una de estas obras supone el resultado de una investigación sobre la representación audiovisual de los relatos y las realidades paralelas que conforman la actualidad.
Su trabajo ha sido galardonado con el Premio Injuve a la Creación Joven en Artes Visuales 2011, el accésit del Premio Joven Universidad Complutense en Artes Plásticas 2014, el premio Circuitos de Artes Plásticas 2016 y el Premio Multiverso de Creación de Videoarte BBVA 2018. Ha expuesto en el Instituto Valencià d’Art Modern de Alcoi, en el proyecto #Unmetroymedio del Centro de Arte Dos de Mayo, en la Sala de Arte Joven de Madrid, galería Formato Cómodo, Feria ARCO de Madrid y en el El Espai d’Art Contemporani de Castelló (EACC). Individualmente en el Centro de Arte Tomás y Valiente (CEART) y en Salón, ambos espacios en Madrid y en el IVAM CADA de Alcoy en 2019.
A nivel internacional, su obra se ha presentado en el Museo Kasseler Kunstverein y en el Museo Moca de Taipei, Taiwan. Actualmente, forma parte de la galería Luis Adelantado de Valencia. Esta será la primera vez que expone su obra en Salamanca.
OBRAS
Después de Nunca Jamás / After Neverland. Sonido. Color. Digital. 2014. 20’
La movida valenciana actuó desde los años 80 como potente elemento catalizador para que una gran cantidad de bandas extranjeras de pop y rock, principalmente británicas, se dieran a conocer en todo el territorio. Esta destacada presencia de música internacional derivó en el culto a las discotecas, transformando antiguos locales de la costa levantina, fundamentalmente ubicados en la carretera de El Saler, en auténticos templos de la noche y al sonido autóctono mákina en pionero del techno progresivo. El uso de estos espacios, las nuevas arquitecturas y la ruptura de toda normatividad vigente, hizo posible la aparición de este fenómeno cultural y sociológico, antes de la llegada de los problemas legales y el final del movimiento, a mediados de la década de los noventa. Todo este contexto no solo inspira, sino que atraviesa la obra.
En una suerte de loop infinito dedicado a la fiesta y el hedonismo juvenil, la autora divide la acción en dos pantallas, dos realidades similares y dos acciones que se van sucediendo en paralelo. En una, un joven duerme en su coche, recalcar la importancia del coche como objeto de empoderamiento para la juventud. En la otra, una joven se despierta y arranca sus acciones cotidianas y domesticas en función del momento de volvera la discoteca. No hay diálogos, todo fluye al ritmo de una música compuesta por laproductora de electrónica Helena Gallardo.
Destaca la importancia de las localizaciones; los paisajes periféricos, esos denominados “no lugares” acuñados por el antropólogo francés Marc Augé y los distintos escenarios interiores, donde al abrir la puerta, y como si de un momento mágico se tratase, todo lo malo parece quedarse fuera. Por allí transitan todos estos jóvenes, que, como peterpanes, noche tras noche, se refugian de una vida adulta en su particular Neverland. Cada vez que salen de casa, caminan en dirección al “agujero negro”, al vacío perverso de “Alicia”, desde donde resulta muy difícil regresar. Esos paraísos perdidos están ejemplificados en cada una de las discotecas que aparecen en imagen: Space, Penélope o Tropical House, el punto de fuga para esta juventud que parece vivir ajena a la realidad sociopolítica. Sin embargo, podemos hacer una lectura y crítica más profunda, tratando estos espacios como lugares no solo para la contracultura, sino como espacios seguros generados por y para estas comunidades. Citando al crítico y filósofo británico, Mark Fisher, no se trata de aislamiento, sino de la necesidad de construirse un futuro, quizás imperfecto, pero que supone una alternativa al postcapitalismo y los valores tradicionales.
La autora refleja los cuerpos de estos jóvenes, moviéndose enla pista, de manera performativa. Al salir, esos mismos cuerpos, aparecen entre la bruma del campo como si fueran fantasmagorías de un relato, de un cuento inexistente, al que siempre se quiere volver. La cultura de club entendida en última instancia como punto de encuentro físico, antes de que todas las relaciones y fiestas terminen volviéndose virtuales.
La voz digital. Sonido. Color. Digital. 2018. 8’
En los últimos años las inteligencias artificiales se han convertido en elementos de uso cotidiano y los smartphones nos han puesto una en la mano las 24 horas del día. Si bien la tecnología no tiene género, las asistencias digitales que estos dispositivos llevan instaladas, ya sean Siri, Cortana, Alexa o los indicadores de los GPS se manifiestan con voz de mujer. A partir de esta sexualización de la tecnología, Esteve Reig investiga, en La voz digital, cómo la mayoría de las aplicaciones digitales son calificadas con el género femenino. A través del estudio del big data la figura de esta asistencia virtual se materializa en la obra como una mujer joven, de figura esbelta, rubia y con un gran componente sexual. Esta representación humana cumpliría con una serie de estereotipos que buscan satisfacer los deseos del hombre occidental heteronormativo, a su vez, principal consumidor de los instrumentos tecnológicos. Este personaje, que en la obra toma el nombre de Siri, nos cuenta cómo se siente y qué piensa sobre la producción de estereotipos asociados a la construcción de género, la sociedad de consumo y las relaciones de poder que se establecen, en una suerte de Manifiesto Xenofeminista de la Inteligencia Artificial. Como dice la filósofa Helen Hester, autora del libro “Xenofeminismo: Tecnologías de género y políticas de reproducción”, si el mundo actual y, sobre todo, el mundo futuro, está vertebrado por la tecnología, hay que hacer que esa tecnología sea feminista.
El escenario en el que se desarrolla la acción remite a esas naturalezas relajantes, imágenes idílicas de bosques, fondos marinos, horizontes; simulaciones de realidad, que se suelen utilizar como fondo de escritorio y que pretenden servir de contrapunto a la distante frialdad de la tecnología. Otro estereotipo más de lo que en este caso se entiende por paraíso, imágenes en las que la única presencia humana es, precisamente, la materialización corpórea de esa inteligencia artificial, que con su voz robótica se nos presenta y nos introduce en su universo.
New Era (1996). Sonido. Color. Digital. 2020. 9’
En sus obras más recientes, Ana Esteve Reig se interesa, especialmente, por internet como medio, cuestionando a gigantes como Google en su papel de oráculo del futuro y las implicaciones políticas de la circulación y manipulación algorítmica del tráfico de información y datos.
Justo antes del confinamiento por COVID-19, trabajaba en este proyecto con origen en la “Declaración de independencia del Ciberespacio”, concebida por John Perry Barlow y que se vio después atravesado por la pandemia y las nuevas formas de comunicación y ocio virtual que surgieron.
Barlow (1947-2018) fue un poeta, ensayista y ciberactivista estadounidense, que defendió siempre la libertad con la que nació la red internet, hablando de ella como una revolución positiva y que debía construirse de manera independiente a cualquier presión gubernamental de control. Posicionar internet como una utopía libertaria. Una redqueen la actualidadsesiente acotada, incluso censurada por las multinacionales de la comunicación y los grandes oligarcas de las startups tecnológicas, que pretenden desviar toda esa riqueza cultural y de difusión de contenidos libres que tuvo en origen. 1996 fue el año en el que Barlow dio a conocer el manifiesto-declaración, que en la obra recita el avatar protagonista, una identidad robótica, leída como una joven de rasgos nativo americanos, que se mueve al ritmo de una coreografía que fluctúa entre los marcados pasos de una marcha militar y posturas cercanas a la meditación y el yoga.
Formalmente, la artista juega con el montaje a tres pantallas, cuyos códigos multiventana nos transportan a las interfaces digitales, asimilando de forma alegórica la idea contemporánea de ciberespacio con sus datos y metainformación,con la más tradicional y poética del espacio universal y una reflexión de nuestra situación en el mundo, acompañados por el resto de seres que pueblan la tierra. Las imágenes combinan el verde croma, fondo usado en el campo audiovisual para introducir efectos especiales y desde el que la protagonista nos interpela, con esas recreaciones del espacio, galaxias, la luna y las noches infinitas, provocando junto a la música original del productor y DJ Da Rocha en remezcla con el texto de Barlow, episodios de trance e hipnosis en una suerte de confrontación con los orígenes de la filosofía cyberpunk, surgida en esos comienzos de la tecnología digital.
Estudios del parpadeo. Sonido. Color. Digital. 2022. 21’
Estudios del parpadeo supone la última obra hasta la fecha realizada por Ana Esteve Reig, en ella profundiza sobre los mundos virtuales y la figura del avatar como alter ego de todos nosotros, usuarios de la red y de los mundos digitales. Analizando también su relación histórica con la filosofía, el tarot e hinduismo, que lo vincula a la idea de calma, transformación y deidad.
El vídeo funciona como un loop, empezando con el vibrante sonido de una llamada telefónica que nos saca del espacio de trabajo para, a través de una sucesión de variaciones cromáticas, llevarnos a otros lugares, a entornos de imagen animada, videojuegos y un metaverso donde explorar nuevos mundos e identidades hasta volver a la oficina.
La estructura narrativa se divide en dos universos íntimamente conectados con ayuda de las voces en off protagonistas, recurso habitual en las obras de Esteve Reig, al igual que la banda sonora electrónica, compuesta aquí por el músico Gregorio Scopa.
Por un lado, la guía espiritual Estrella de Luz nos acompañará en una meditación guiada que tiene como objetivo acercarnos a nuestra vida soñada, trasportándonos a un escenario que simula el ideal de ciudad asiática, remitiendo a un previsible futuro postpandemia donde quizás nos acostumbraremos a deambular por el metaverso, como único espacio para hacernos sentir bien.
De otro, asistimos a los testimonios de dos personajes, uno masculino y otro femenino. Ambos intentan sobreponerse a esa realidad marcada por los denominados “malestares contemporáneos” derivados de la sociedad de consumo que habitamos, viajando mentalmente a otras dimensiones.
La voz en femenino nos habla de su experiencia con la meditación y la búsqueda de su yo espiritual. La voz en masculino nos lleva a profundizar en la historia de internet, a través de su experiencia en primera persona desde adolescente, dentro de comunidades virtuales como Second Life, una de los muchos programas y videojuegos desarrollados a principios del SXXI, como evasión y construcción de identidad a través de la selección de un avatar y del desarrollo de múltiples personalidades digitales. Aparecen también imágenes apropiadas de conocidos juegos como los desarrollados por la compañía norteamericana Epic Games. Destaca el momento de la interacción con el baile y la construcción de escenarios virtuales para la fiesta y socializar, un proceso de evasión de la vida real, en una suerte de bucle que conecta, directamente, con Después de Nunca Jamás, la primera de las piezas presentadas en este ciclo.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España