Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Los tópicos latinos, herencia cultural perpetuada durante siglos, han arraigado en nuestro imaginario y han dado forma a temores, ideales y valores compartidos. Uno de los más reiterados de nuestra tradición ha sido «Collige, Virgo, Rosas», la exhortación a la joven doncella («virgo») a disfrutar («collige») de la juventud y lozanía («rosas») antes de que la vejez acabe con su belleza pura e inmaculada. Se unen en él dos elementos, la belleza virginal y la juventud, mitificados en la mujer y sobrevalorados culturalmente, celebrados en forma de rito y, sin embargo, desvinculados completamente de su realidad. La identificación de la mujer con la naturaleza, tan histórica como actual, a causa de su capacidad engendradora, esconde dimensiones vetadas de su corporalidad que son convertidas en tabúes sociales. La decrepitud se oculta, la sexualidad se silencia, su corporalidad, si no se muestra según los pudorosos y ficticios patrones establecidos, se niega. «... Virgo, Rosas», el tópico latino desposeído de su acción, procura reconstruir algunas inquietudes relacionadas con la mujer que permanecen acalladas, micro-realidades a las que seremos perpetuamente ajenos si no atendemos a las agitaciones y a las perturbaciones que moldean el ánimo de la mujer y su comportamiento, su modo de estar y de representar su presente. Las obras de las cinco artistas reunidas recogen distintos aspectos del mito y de la sexualidad (o del mito de la sexualidad) que inciden en la fugacidad de la juventud, la belleza siniestra, o la corporalidad femenina vivida como trauma. No obstante, este proyecto expositivo no alcanza a dibujar una cartografía homogénea de la experiencia sexual de la mujer. Ni siquiera lo ha pretendido. Mediante la creación artística pluridisciplinar, su intención es hacer constar la presencia de formas alternativas de pensarse las mujeres a sí mismas a través del arte. Estos modos de mirar y de mirarse no responden a los discursos oficiales sobre la sexualidad o sobre la belleza femenina. Más aún, revelan los traumas sociales que provocan la imposición tácita de ciertos roles y manifiestan, sobre todo, una visión subalterna y descentrada que reclama la legitimidad de otras formas de entender aquello que quiera ser el concepto mujer. De este modo, se percibe cómo, por debajo de sus formas, subyace a estas obras una disconformidad más o menos belicosa con las categorías asociadas a un concepto de lo femenino construido a partir de mitos antiguos y contemporáneos. Sea desde el ámbito de lo artístico, de lo antropológico o de lo científico, cualquier intención de cuestionar una realidad de mujer que quiere venderse (quieren vendernos) como homogénea y generalizadora es ya una disputa por el género, un cuestionamiento de los discursos rancios pero vigentes que todavía pretenden patologizar o condenar lo «pecaminoso» que puedan tener las expresiones individuales de sexualidad. Muchos de los mitos modernos sobre la mujer, aquellos que parecen surgidos anteayer por la tarde de una película americana, no son tan modernos, por desgracia. Una tradición histórica los vincula con un acervo cultural que pervive y empapa las mentalidades contemporáneas, y que permite seguir hablando hoy de la mitificación de la juventud y su virtuosidad, de la condena de la decrepitud y del tabú de la corporalidad femenina. Tal vez esta obsesión de trazar puentes entre pasado histórico y presente sea un defecto de profesión de quienes siguen creyendo en el potencial heurístico de la historia para comprender la actualidad, pero lo cierto es que estos puentes, que unen y salvan distancias, ayudan a comprender qué esperan de nosotros/as las realidades-ficciones contemporáneas. Y sobre todo, más importante, estos enlaces entre pasado y presente nos enseñan el valor que tiene reivindicar -desde el campo que sea y con los medios que se disponga, en este caso los propios del arte- una visión propia de qué es ser mujer-hoy. Una expresión propia que aunque no destruya, sí desestabilice los discursos oficiales, y que muestre la ingente cantidad de microrrealidades que se entrelazan y que convierten al de mujer en un concepto que incesantemente se está resignificando desde el potencial reivindicativo de la creación.
Exposición participante en el Festival Miradas de Mujeres 2014. Artistas: Mª José Gallardo, Anna Jonsson, Noelia García Bandera, María Cañas y Natalia Latorre.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España