Descripción de la Exposición
"... y yo me huelgo, medio hombres, porque quede sin mujeres esta villa honrada, y torne aquel siglo de amazonas eterno espanto del orbe.”
Una sociedad que, lejos de proteger y procurar la integridad física, psicológica, emocional y espiritual de sus mujeres, atenta en su contra de forma sistemática está condenada, en primera instancia, a la más sórdida decadencia social y finalmente a la completa extinción. Sobran ejemplos de tales atropellos en este país; desde Ciudad Juárez hasta el Estado de México, siendo estos los más conocidos, pasando por el cotidiano que mujeres de todas las clases y orígenes sociales enfrenta diariamente.
Por ello, no es aventurado afirmar que una buena parte la descomposición social, la corrupción, la impunidad y la absoluta ausencia de justicia que padece hoy nuestro país comienzan por el desprecio total que se tiene por la vida, encarnado hoy en la mujer como individuo y como ser social. Pues quien atenta contra la mujer de una forma u otra, atenta no sólo contra un género, atenta contra la humanidad entera, contra el principio fundamental de la vida. Mucho más allá del cliché encarnado en la maternidad, la mujer encarna la energía creadora de todo cuanto habita este planeta... es la tierra, la madre que nos nutre y alimenta, que nos da asiento y lugar en el universo.
Visto así, la mujer como ser individual y como símbolo debiera revelarnos nuestra verdadera identidad, nuestra fuerza primigenia, nuestra esencia verdadera, llenas de luz y de belleza, pero no es esa la imagen que nos devuelve el reflejo en el espejo frente al que hoy, en su colección "Violence against women," nos pone el joven artista Alberto Penagos.
Este catálogo pictórico de infamias y atrocidades cometidas en contra de nuestras mujeres nos revela que detrás de nuestra delirante afición por la violencia se oculta el oscuro rostro de la muerte, pareciera entonces que perseguimos la extinción ante nuestra incapacidad por comprender qué y quién es la mujer y por lo tanto qué y quiénes somos nosotros mismos. Cada una de las piezas que conforman esta colección da cuenta puntualmente de los siglos y siglos de resentimiento, rabia y odio acumulados en cada insulto, en cada golpe, en cada muerte de una mujer en el mundo...
La obra de Penagos con resonancias e influencias innegables tanto de pintores tenebristas como Caravaggio, José de Rivera, Goya y el propio Velázquez, así como de maestros del realismo figurativo contemporáneo como Cauduro, Helnwein y Sandorfi, nos revela, en una estética tan personal como actual, el espíritu doloridode nuestro tiempo. Plantarnos frente a alguno de sus cuadros, encararlos, es encarar el propio horror. La imagen que la obra nos devuelve es la del país atroz, injusto y vergonzoso en el que vivimos...
Y sin embargo, en medio de la atrocidad, pareciera subsistir una sórdida belleza, acaso la belleza esencial de la mujer que, no obstante ser ultrajada, logra preponderar incluso por encima de la muerte misma.
El profundo dramatismo, sin filtros ni concesiones, que habita la obra de este joven artista no da espacio a excusas ni justificaciones, no hay lugar para la evasión o la grácil contemplación, por el contrario nos obliga a confrontar lo que somos y la sociedad en que vivimos. En la mirada de cada una de sus mujeres hay un reclamo a nuestra conciencia, un llamado indignado a hacernos cargo, a tomar responsabilidad, a abandonar la inmovilidad, el confort de la costumbre y comenzar ya a transformar la realidad social de este país, comenzando por nuestro más inmediato entorno. Acaso el principio de regeneración del tejido social sea actuar cotidianamente y exigir, sin cortapisas, respeto y justicia para nuestras mujeres, hacerlo con vehemencia supondría entonces recuperar el sentido de respeto y amor por la propia vida.
Eduardo Said
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España