Descripción de la Exposición La reconstrucción de la sombra familiar La figura y su sombra es un viejo tema que me sirve aquí para escenificar los lazos visibles u ocultos que se generan en toda relación interpersona. El desorden que conlleva la disolución de las pautas familiares convencionales hace que esas implicaciones sean cada día más visibles, complejas e inevitables, lo que conlleva una redefinición de los roles entre seres que se aman o pactan determinados roles de protección o cuidado mutuo, sean sus lazos sanguíneos o puramente emocionales. En esta serie fotográfica pongo en evidencia las posibilidades que ofrece la herramienta de postproducción digital fotográfica por excelencia, el photoshop, para solapar y fundir varias imágenes en una imagen final que evidencia las etapas del proceso*. La figura y su sombra aparecen y conviven en el mismo espacio, se solapan, se fragmentan, se suman en una imagen final a modo de collage de transparencias. Del mismo modo que en todo mi trabajo espacial sigo como principio vertebrador el hecho de que el dispositivo quede siempre al descubierto para que el espectador pueda reconstruir los pasos que normalmente se le esconden en el escenario expositivo, en estas fotografías me remito también al dispositivo narrativo que las produce, y expongo que la realidad visible está hecha a partir de muchas capas o niveles de comprensión de una misma situación anímica. El día y la noche, la normalidad y la locura del sueño compiten entre sí. Las implicaciones que se esconden detrás de determinadas actitudes pierden las apariencias y se despliegan en todo el dramatismo inherente al mundo de los sentimientos y emociones. Las relaciones interpersonales están construidas o quizás deconstruidas a partir de esas emociones que no siempre han sabido desvelarse a tiempo y que de este modo alteran el orden prefijado por los roles que la idea de familia ha fijado arquetípicamente en nuestra sociedad. Para elaborar este trabajo pedí a dos familias que posaran juntas en un mismo espacio. Una familia estructurada de manera convencional y otra familia reunida para la ocasión es lo que en términos psicológicos llamaríamos disfuncional. Partiendo del rol que cada uno desempeña en la vida real propuse una sucesión de escenas que ellos interpretaban con más o menos autonomía. Hubo dos escenarios, el primero con luz natural y el segundo en el que solo captaba sus sombras. Las tomas fotográficas se sucedían a ráfagas mientras las personas reaccionaban a mis directrices y encontraban su lugar, su expresión dentro de cada nueva constelación propuesta. El carácter secuencial y progresivo de las tomas recuerdan los fotogramas cinematográficos. La proyección de video que acompaña la serie fotográfica muestra este aspecto literalmente, puesto que vemos una secuencia entera tal y como fue tomada, es decir, respetando el orden temporal en que fue ejecutada. Las personas se van sumando una a una en un abrazo colectivo que sólo se ve interrumpido por algunas tomas diurnas, que en un breve parpadeo quieren recordarnos que ese acto amoroso viene a sanar aquellos inesperados sucesos diurnos que nos inquietan. Sin embargo, en las composiciones fotográficas donde vemos las escenas diurnas y nocturnas simultáneamente, ese carácter secuencial al que me refiero aumenta en nosotros la sensación de que algo se está rompiendo en la lógica lineal que toda narración lleva implícita. Así también nuestra memoria no respeta las fronteras temporales y crea puentes entre diversos acontecimientos de forma desordenada. Pretendo así movilizar el inconsciente del espectador puesto que tendemos a leer el mundo diurno en tiempo presente mientras que las sombras desarrollan los tiempos del pasado o del futuro de esa acción. Hay un aspecto terapéutico en el proceso que acabo de describir. La simultaneidad de diversos tiempos narrativos, el contraste entre el mundo diurno que asimilamos como la realidad con el mundo imaginario que provoca la visión de las sombras, con su potencial teatral e ilusorio y diría más, contradictorio, nos incitan a buscar respuestas, motivaciones profundas, nos impelen a clarificar el tipo de relaciones que en realidad esos seres escenifican para nosotros en el teatro de la realidad. Parecería que esas fotografías quisieran desvelar dinámicas ocultas entre esos seres, en el sentido de aclarar o llevar luz a determinados pasajes que individual y colectivamente almacenamos en nuestro inconsciente. Parecen sacar a la luz lo que en psicología jungiana se nombra como sombra: aquellos aspectos escondidos del ser humano que no es capaz de ver sino a través de su proyección hacia los demás. No obstante mi experiencia visual con la técnica terapéutica de las constelaciones familiares, (y que fueron la base de varios trabajos realizados en 2003) ha sido determinante no solo a la hora de dirigir y guiar a los actuantes sino en el momento de posproducir las fotografías. En todo actuar resuenan las pautas arquetípicas del colectivo, y así las imágenes nos remiten a los lugares comunes que viven las familias en proceso perpetuo de cambio y reconstrucción. Puesto que cada uno de nosotros somos la suma de otras subjetividades y a la vez somos parte de lo que podríamos llamar un único sujeto común, o sea, el grupo familiar, que piensa, siente y evoluciona porque es afectado a su vez por cada movimiento anímico de cualquiera de sus integrantes. ©Eulalia Valldosera, 2012
Premio. 09 sep de 2024 - 13 oct de 2024 / Madrid, España
Exposición. 25 sep de 2024 - 10 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España