Descripción de la Exposición
Esta exposición es un tributo a los proyectores Viewsonic, especialmente al modelo Pro7827HD, que se lanzó en marzo de 2016 y se dejó de fabricar en agosto de 2019. A lo largo de su corta vida, esta máquina, ganadora del premio Projector Central Highly Recommended Award, nos ofreció, en resolución Full HD, una increíble precisión cromática e imágenes asombrosas y nítidas. Diseñado con modos diurno y nocturno certificados por ISF para adaptarse a diferentes escenarios, el Pro7827HD ofrecía una proyección optimizada para una experiencia sinestésica. ¡¡¡Larga vida a ViewSonic!!!
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Algunos animales consiguen ver a través de la audición. Pueden oír imágenes o, por utilizar un juego de palabras, oíver. Pero no hay que confundir oíver con couvert, porque en esta exposición de Alexandre Estrela vamos directamente al plato principal, sin pasar por aperitivos de entrada ni postres de salida.
El plato está constituido por el espacio liminal que separa y une simultáneamente la visión y la audición. Se podría ir un poco más lejos y decir que la exposición es, en esencia, un cortocircuito perceptivo, destinado a tender una trampa al sistema sensorial normativo. Para ello, utiliza los dos sentidos como polos opuestos, abusando de ellos para generar un feedback que crece hasta saturar la capacidad de comprensión.
Como si, guiados por una máquina de luz (1), cada uno de los dos ojos ganase autonomía en relación a su correspondiente par. Es ahí que, llegados a tal punto avanzado de la especulación, el cerebro se pregunta: —¿Qué le ocurre al rémol durante la remoloneante migración de su ojo?
A esta pregunta, la exposición responde con una serie de nudos conceptuales, cuya suma, en primer lugar, se somatiza en la sensorialidad circular de Plant Circle. En esta pieza, unos círculos circunscriben dos momentos distintos de un vídeo que muestra una planta de interior. Cuando los círculos se cruzan, se fusionan y se produce una visión sónica (2): la planta canta. Como cuando el sonido del trueno destruye la imagen de su eclosión. Como cuando una masa de calor inmensa funde su aparato de medida, abriendo la posibilidad de una rebelión de lo impropio contra su lugar en el mundo. Mundo es lo contrario de inmundo, inmundo es su exterior.
Como en Entrada/Saída, en la cual uno siempre se mantiene fuera de la cueva para darse cuenta de que la cueva inmunda está en realidad dentro de quien la observa. Allí, donde es demasiado pronto para entrar y demasiado tarde para salir, se oye el sonido del tracto resonando en eco, uniendo todas las dimensiones en un movimiento estático de aceleración detenida. De nuevo, los pares se confunden y las polaridades se cortocircuitan.
Una vez roto el aparato, llegamos a Barómetro. Esta pieza intenta crear un sistema que permita anotar la luz reflejada por el objetivo de una cámara de vídeo —una aberración óptica conocida como lens flare— utilizando una herramienta del campo de la ‘patafísica’, la ciencia de las soluciones imaginarias: el clinamen.
El clinamen es la experiencia de un acontecimiento indeterminado en un específico desplazado, que se rev/bela contra su codificación. Es la pequeña aberración del sistema (el lens flare) lo que produce la excepción, vista aquí a la luz de una experiencia de la subjetividad. Esta subjetividad es precisamente la experiencia que se escapa de la notación, porque es imposible de codificar. Barómetro es lo que resta de la demostración de esta imposibilidad.
Siguiendo el rastro de tal resto se encuentra Tapeworm. La imagen desgastada de la serpiente tragándose su propia cola es aquí devorada por su parodia: el juego de Snake (3). Como cuando la palabra snake es corrompida por la palabra naked. La serpiente que pierde la s de sentido para ganar la d de danza desnuda. ¿La danza de los sentidos? ¿O sentidos sordos en una danza ciega? ¿O una danza sorda de sentidos ciegos?
Naked City es una banda mítica de John Zorn, compositor al que Estrela ya había hecho referencia en una pieza anterior: No.Jo, de 2001 (4). En Tapeworm, el artista vuelve a Zorn para citar otro proyecto del compositor: Cobra. Cobra es el nombre de un sistema de notación, concebido para dirigir a un colectivo de músicos de improvisación, que es también un juego (5) —un dispositivo metodológico cuyas reglas sirven para generar música en vivo. Uno muere en Snake cuando la boca de la serpiente muerde una parte de sí misma. Tapeworm, en cambio, no tiene fin. En esta pieza, la generación algorítmica de la imagen de una tenia en movimiento crea un flujo de sonidos mucho más allá de su proyección, pues esta generación ya está incrustada en el relieve de su pantalla, una placa metálica que presenta un circuito grabado. Tapeworm es un fósil del futuro, que emite ininterrumpidamente un inmenso cadáver exquisito compuesto por cantos de pájaros que vuelan hacia la extinción, cantos que van acompañados por el eco de sus antepasados —los dinosaurios—, cuya memoria se mantiene activa en el interior de diccionarios de papel. Por cada diccionario cerrado, un dinosaurio abierto.
Si, como escribe António Aragão, la poesía empieza donde acaba el aire, también podríamos decir que Tapeworm empieza cuando el juego de Snake termina. Tapeworm es la estructura ósea que la tenia no tiene, pero cuya memoria se mantiene activa en el interior del cuerpo de la placa metálica, desde las finezas del origen hasta los primordios de lo absoluto. Es decir: una histéresis retroactiva que se traga perpetuamente la histeria del Big Bang. ¿Y cómo suena la digestión del Big Bang durante la evacuación en el plato?
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(1) Esta máquina de luz es un proyector de vídeo, concretamente el modelo ViewSonic Pro7827HD, al que el artista rinde homenaje en esta exposición.
(2) VIEWSONIC es el título de la exposición en la que se centra este texto.
(3) Snake es un videojuego creado por Taneli Armanto en 1998 que venía incluido en el sistema del teléfono móvil Nokia 6110.
(4) No.Jo es la contracción de No More John Zorn, un vídeo de Estrela realizado a partir de imágenes y sonidos del álbum Torture Garden de Naked City.
(5) Evocando las interpretaciones de Cobra, Estrela invitó a una serie de músicos a dejarse llevar por la pieza. Agrupados en tríos, los músicos respondieron a la invitación en un maratón de miniconciertos que tuvo lugar en el escenario del Teatro São Luiz de Lisboa en la tarde del 3 de noviembre de 2024.
Por João-Alves
Exposición. 22 dic de 2024 - 06 ene de 2025 / Círculo de Bellas Artes de Madrid / Madrid, España
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