Descripción de la Exposición
Artistas: W. Mark Sutherland (can), Emanuele Dainotti (ita), Nacho Recio (esp), Kika Nicolela (bra), María Jerez (esp) y Silvia Zayas (esp)
El ritmo, los tics, el tartamudeo, los «llueve sobre mojado» y no solo este: todos los refranes, los uniformes, los clichés, los latidos del corazón y las campanas, todos los «días señalados» y sus respectivas celebraciones, el arte o delito de la falsificación, la experiencia, cada especie, clasificación o categoría, todo camino, las recetas, fórmulas e instrucciones, los panales de miel, la tripofobia, la rueda y las vueltas de tuerca, los lemas, los sellos de caucho, todo lo crónico, lo pesado o lo empedernido y hasta una caja de clips, deben su existencia, de una forma u otra, a la esperanza o posibilidad de la repetición. Yo repito atuendo, tu repites curso, el ajo repite una barbaridad, nosotros repetimos natillas, vosotros repetís lo que no se ha oído, ellos repiten el estribillo de una canción y, más aún, si es la del verano. La repetición, en realidad, es o está en todas partes. Repetimos para aprender, para convencer, para mejorar, para jugar, por no haber prestado atención, porque es importante, por vicio o porque nos ha gustado mucho. Hasta el lenguaje mismo —insisto — hasta el lenguaje mismo, es repetido una y otra vez, y no solo cuando su intención es la de enfatizar, sino siempre, pues está listo de antemano, como una plantilla, para ser calzado y reproducido. En este sentido, figuras retóricas como la anáfora, no harían sino proponer una reiteración a un nivel más profundo dentro de la muñeca rusa en la que el lenguaje ya se encuentra.
Para bien y para mal parece que la repetición es inherente a nuestra capacidad de vivir; alojada a su vez en patrones naturales, como los movimientos orbitales de nuestros astros, que nos muestran la pauta. En nuestro caso, se desenvuelve mano a mano con la memoria: algo se repite siempre por acción u omisión de esta. «Somos un animal de costumbres», se dice; y, al margen de lo desagradablemente cursi y hecha que resulta esta frase, probablemente esté en lo cierto. La principal ventaja de esta condición, más allá del confort que procura lo conocido, sería de índole práctica: desde un punto de vista coste-efecto tiene sentido mecanizar aquello para lo que ya conocemos el camino más corto o consideramos resuelto, enfrentarnos al mundo de cero cada día sería irrealizable y como mínimo agotador. Por otro lado, la principal desventaja de nuestra tendencia natural a subir todo cuanto antes al tobogán de la inercia, sería la dificultad para frenar y salir del bucle cuando ello sí resulta deseable. Me viene a la cabeza este breve poema de un solo verso de Jesús Aguado para ilustrarlo:
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Quizás el antídoto, como en tantas ocasiones, pueda encontrarse en la administración consciente del propio veneno, la repetición como mantra sería un ejemplo. Los videos que se presentan en esta muestra parecen, en efecto, haber recurrido a la repetición precisamente para reflexionar acerca de las dificultades que esta plantea cuando se manifiesta en forma de existencia o experiencia atrapada, explorando su morfología y posibilidades y pensando estrategias hacia la diferencia que permitan sortear el perfil menos favorecedor de este eterno retorno.
Exposición. 14 sep de 2021 - 18 sep de 2021 / Secuencia de Inútiles / Madrid, España