Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Algunas ideas acerca de la obra de Elena Fernández Prada Imágenes. Mucha obra reciente de Elena Fernández Prada está basada en ilustraciones hechas por naturalistas de los siglos XVIII al XX que describen insectos, plantas y aves. También ha utilizado esos fondos de cuadros de la pintura flamenca y alemana en los que aparecen unos paisajes estilizados, convencionales. Y actualmente está interesada por los grabados que Gustave Doré realizó para acompañar textos clásicos como el Quijote o la Divina Comedia. Se diría que, mucho más que cosas o situaciones vistas directamente, lo que emociona a la artista son las representaciones de esas realidades, transformadas en escenas de una narración visual. Como si necesitase el filtro de esa mirada, de esa interpretación anterior. En su obra, las plantas son ilustraciones, los paisajes son fondos de cuadros, el campo está colonizado por viviendas rurales que se apilan sin control. Todo el entorno es un gran decorado donde poner en escena pequeños dramas, sutiles comedias. Narración. En ocasiones las imágenes aisladas no parecen ser suficiente; tal vez se cierran en sí mismas, impidiendo un desarrollo temporal, una concatenación de sucesos que cuente una historia. En ese caso, Elena decide combinar muchas de estas imágenes entre sí, organizando un denso entramado de formas y significados. Cuando estaba estudiando, Elena solía basar sus trabajos en las obras de escritores como Poe, Pessoa o Bruno Schulz. En la actualidad no usa este recurso, pero lo literario sigue impregnando toda su obra. La trama visual se corresponde con una trama narrativa no explícita; es el espectador el encargado de imaginar estas narraciones, o simplemente de intuir su posibilidad, sobre los escenarios que se despliegan ante su vista como decorados barrocos. Decoración. Para muchos artistas el término 'decorativo' sería, aplicado a su trabajo, altamente peyorativo; para Elena es un elogio. Ella no distingue entre artes aplicadas y bellas artes, alta y baja cultura. Lo mismo valora un estampado de Kenzo que un cuadro de Patinir, una ilustración de Quentin Blake que una foto de Jeff Wall. Así, compone imágenes mediante pautas repetitivas, rítmicas y obsesivas. La mirada del espectador queda atrapada en una densa red de estímulos que lo desorientan y, en un proceso casi hipnótico, lo llevan a un estado de absorción contemplativa. Placer. Elena ante todo quiere que el espectador sienta placer visual, similar al que ella misma experimenta contemplando determinadas imágenes. Su obra procura la belleza, aunque ésta a veces esté asociada a aspectos inquietantes, oscuros, incluso repulsivos. Estas obras, que presentan un aspecto seductor junto a un componente de angustia, remiten a esa extraña característica de nuestra mente por la que placer y dolor, odio y amor, no se excluyen mutuamente, sino que conviven, generando un estado de ánimo complejo y ambivalente. Ignacio Pérez-Jofre
Ésta es su primera exposición individual.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España