Dalia Baassiri explora su mundo a través de actividades cotidianas que tienen su núcleo de acción en la casa, entendida esta como hogar y refugio protector. Dicho proceso con-sigue que la artista se interpele acerca del sentido de lo cotidiano, sobre la interioridad del alma humana y las adversidades de la vida: conflictos y catástrofes naturales que llevan a la destrucción.
Asimismo, convierte el grafito en un mediador, ya que, además de su uso convencional como herramienta de dibujo, es utilizado como metáfora del polvo y la suciedad de nues-tra vida diaria. Por tanto, la artista descubre en lo cotidiano una nueva energía, que la lle-va a reconsiderar la función de los objetos y transforma su experiencia personal en una reflexión universal sobre la fragilidad de la existencia humana, donde el hogar simboliza la vulnerabilidad.
Con Vesuvius Baassiri continua su proyecto de investigación acerca de lo ordinario, la su-ciedad y la destrucción...provocada por el hombre y la naturaleza. Pero aquí utiliza como metáfora lo imprevisible de los acontecimientos, simbolizada por la incandescencia volcá-nica entendida esta como cambio radical de lo ordinario. Así, las casas abandonadas de Beirut y las catástrofes naturales se traducen en una experiencia universal de lo efímero y de la inestabilidad de nuestro tiempo.
Una investigación que Dalia Baassiri, como artista residente en Espronceda, también vin-cula a su estancia y lo cotidiano en Barcelona. El proyecto se realiza en cooperación con el Premio Arte Laguna, de Venecia.
Entrada actualizada el el 08 ago de 2018
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