José Arias es uno de los valores ya consolidados de la plástica actual asturiana. Su pintura ha pasado por numerosas fases que han ido de la abstracción geométrica a la expresionista, llegando incluso 'a recalar' en la pintura de acción.

A partir de los años noventa su pintura se decanta hacia los 'vertidos' de tintas, pinturas y barnices sobre tablas, telas y papeles, con los que ha obtenido un importante éxito nacional e internacional, habiendo expuesto desde entonces en eventos tan importantes como la Feria Lineart de Gante, Dearte en Madrid, Feria de Oporto, ArteSantander y Feria de Sevilla. Su obra pudo verse recientemente en nuestra ciudad en la Galería Nélida.

En estos lugares se ha podido disfrutar de diferentes series que han surgido dentro de ese modo particular de hacer: algunas homenajeaban ... a determinados artistas del siglo XX; otras derivaban de búsquedas personales que daban entrada a telas industriales, materiales de desecho, etc., con resultados impactantes.

A pesar de este punto de partida 'abstracto' la pintura de José Arias no deja de estar llena de referencias al paisaje y en particular al mundo del mar. Sus espontáneos y a la vez bien reflexionados 'vertidos' nos llevan, en palabras de Jesús Mazariegos -autor del texto de introducción del catálogo- hacia '... mundos crepusculares y metálicos, con luces de plata líquida y sombras que pigmentos nocturnos. Son las horas de bajamar, cuando la arena ofrece pequeños moluscos, y por sus finas venas destila los últimos hilos de agua, antes de que la luna ordene de nuevo subir a las mareas. La bajamar y el atardecer son propicios al silencio, y el silencio ha de pintarse con muy poca materia. De este modo conviven, la mímesis y la pintura en sí misma... La emoción de contemplar el ocaso no impide que la playa sea también tabla, ni que las olas sean, además, pintura'.