Hermi Friedmann perteneció a la primera generación de mujeres fotógrafas profesionales que estudiaron en la Graphische Lehr und Versuchanstalt de Viena. A finales de los años treinta, poco antes de la anexión de Austria al Tercer Reich, la familia de Hermi emigró a Colombia. En Bogotá, Hermi estableció su estudio fotográfico (FotoHermi) y se dedicó a la fotografía profesional. Durante El Bogotazo, FotoHermi fue incendiado y se perdió gran parte de su valioso trabajo fotográfico. Sin embargo, en frágiles álbumes de familia se conservaron piezas únicas de ese memorable legado visual que hoy podemos ver en la Sala de proyectos especiales del Claustro de San Agustín expuesto por vez primera.