Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Joâo Mouro (Faro, 1985) ha elegido uno de los caminos más difíciles para trabajar: partir de materiales cuyo origen identificamos como fragmentos de objetos estéticos y funcionales, elaborar con ellos esculturas-objeto que nos ofrecen al tiempo su realidad y su imposibilidad, y hacerlo desde una escala intermedia, ajena a la evocación y al monumento. Esa escala le distingue de los herederos del colage histórico y de la escultura constructiva de los años 70 y 80, mientras su modo de construir las piezas le descubre curioso, intuitivo y solitario. Con los materiales de los que parte, lo habitual es proponer esculturas que se asientan en un fuerte carácter constructivo, pequeñas piezas evocadoras o propuestas basadas en reflejar contenido simbólico o situaciones de energía. Joâo Mouro, sin embargo, parece empeñarse en dejarnos ver planteamiento, proceso y resultado, sin esconder nada, invitando incluso a que la curiosidad del visitante descubra el lado oculto, el misterio, que encierra en cada pieza. Su acción como escultor consiste tanto en armar, construir un objeto como en desplegarlo en el espacio y abrirlo para dotarlo de dinamismo. Su modo más habitual es prolongar y fragmentar los espacios para disponer ventanas con las que dar vida al objeto, desde una ironía que tiene mucho de postdadaísta. Con un humor casi cáustico lo llama ventanismo, en claro guiño hacia el espíritu de cuando las vanguardias sabían ser colectivas y solitarias. Sus obras tratan del ir y venir, de la búsqueda, del encuentro. De eso y de valores plásticos, que es lo mismo que decir del diálogo entre el ritmo del trabajo y un ojo educado. Y en la disputa, pues nunca oculta ni enmascara el proceso, el escultor prefiere quedarse del lado del que elabora, como si se limitase a acompañar el desarrollo autónomo de cada obra. Vistas individualmente, sus esculturas tienen algo de la severidad del retrato, matizado por rasgos más propios del lenguaje de la ilustración. Y casi todas funcionan como maquetas, por su vocación arquitectónica, incluso urbanística y utópica. Partir de esta situación no es fácil: se corre el riesgo de dejarse llevar en demasía por una de las vías. Lo sorprendente es la manera como las obras se mantienen entre la sorpresa, el doble sentido, el humor, la funcionalidad, la ironía, el aprovechamiento de las texturas propias de los fragmentos con los que se conforman, y se mantienen sin que se perciban falsos equilibrios. No es fácil saber parar en estos casos, y ahí es donde el ojo avizor sale en apoyo del artista intuitivo. Joâo Mouro sabe que sus piezas son edificios autónomos, que tienen su estructura de origen y la versatilidad de ser espacios vividos, pero que conviven en ciudades en las que no se busca la uniformidad. Asoman con sabiduría ecos de la arquitectura modernista de los años 50, revisitando soluciones del art decó, pero propuesto todo desde una contemporaneidad entre radical y desnuda. Lúcido y ágil utilizando recursos plásticos y soluciones que remiten a una arquitectura utópica o a un urbanismo vivido, de trazado solo en apariencia desordenado, la manera como hace crecer sus obras, fingiendo abatir planos en las que tienen un origen funcional más visible, o rompiendo la idea de estabilidad y simetría, están entre sus rasgos más atractivos. Como el aprovechamiento de las texturas y el color de los materiales reutilizados, su manera de abrir espacios, de crear cambios de percepción, de dar luz interior y dinamismo a las obras; la insistencia de proponer miradores, incitando a la curiosidad del espectador; o la constante recurrencia a lo cotidiano, incluso a lo hogareño. Formas de mostrar que la obra gira siempre sobre un taller que es, al tiempo, el espacio doméstico, diario, casi íntimo, lo que le confiere una sensación de esculturas habitadas, miradores en los que transcurre la vida. No es fácil la opción tomada por Joâo Mouro, y menos aún plantear un discurso con logros del atractivo de sus obras más recientes, en las que se adivina la seducción de las formas de la arquitectura anómina, casi manual, máclica y caprichosa, que responde a las leyes del entorno y los materiales. No es otro el orden que rige sus esculturas, que deja crecer hasta que las detiene en una situación de misterio, de irónica inquietud. João Mouro Tras una serie de exposiciones en Portugal y en la Galerie Patrick Lancz, Bruselas, Bélgica llega a Madrid para inaugurar en la Galería ASTARTÉ su 1ª exposición titulada 'Ventanismos'.
La acción de Joâo Mouro como escultor consiste tanto en armar, construir un objeto como en desplegarlo en el espacio y abrirlo para dotarlo de dinamismo. Su modo más habitual es prolongar y fragmentar los espacios para disponer ventanas con las que dar vida al objeto, desde una ironía que tiene mucho de postdadaísta. Con un humor casi cáustico lo llama ventanismo, en claro guiño hacia el espíritu de cuando las vanguardias sabían ser colectivas y solitarias. Lúcido y ágil utilizando recursos plásticos y soluciones que remiten a una arquitectura utópica o a un urbanismo vivido, de trazado solo en apariencia desordenado, la manera como hace crecer sus obras, fingiendo abatir planos en las que tienen un origen funcional más visible, o rompiendo la idea de estabilidad y simetría, están entre sus rasgos más atractivos. Como el aprovechamiento de las texturas y el color de los materiales reutilizados, su manera de abrir espacios, de crear cambios de percepción, de dar luz interior y dinamismo a las obras; la insistencia de proponer miradores, incitando a la curiosidad del espectador; o la constante recurrencia a lo cotidiano, incluso a lo hogareño. Formas de mostrar que la obra gira siempre sobre un taller que es, al tiempo, el espacio doméstico, diario, casi íntimo, lo que le confiere una sensación de esculturas habitadas, miradores en los que transcurre la vida.
1985 Faro, Portugal
2009 Graduado en Bellas Artes por la Universidad de Lisboa, PT
2008 Erasmus en la Accademia di Belli Arti di Brera, in Milan. Italia
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España