Querer, desear, imaginar y realizar. Un hilo a veces muy delgado separa esos tres primeros conceptos del último. Una pequeña frontera entre la ilusión y la sustancia real y palpable que en ciertas ocasiones casi se borra por completo.

México es la escenografía de esta exposición, donde aún más este hilo se adelgaza. Situaciones de vida, casualidades forzadas, realidades reinterpretadas; nos encontramos con escenarios intervenidos por el hombre con un sentido peculiar del orden, una visión bastante individual y propia del gusto.

La libertad de la mente, con referencias tan diversas y opuestas fomenta la creatividad y el aprecio personal de las intervenciones. En México, donde la opinión es escasa, la libertad individual tomó un camino muy peculiar dentro de la estética popular. Las motivaciones e ideas personales se pueden realizar sin impedimento ... del otro y con infinito albedrío. La nostalgia dialoga con el tiempo, los ideales y las utopías.

El trópico deja, el trópico no juzga, el trópico laisse faire.

La exposición es una exploración visual a una nostálgica evocación, a un ideal fracasado y perdido, un anhelo no logrado, inconcluso. La convicción fracasada, trastocada, y quebrantada de la fe caída. Encontramos una evocación al paisaje como espacio contemplativo y de reflexión, pero también como espacio de expresión.

Una muestra de 13 fotografías que guían nuestra visión hacia estas individualidades paradisiacas, una ocasión perfecta de expandir sus criterios hacia la visión de cada uno, encontrando un espíritu poético, una síntesis de los tiempos.

Dejarse llevar en el trópico... un trópico atípico... un trópico.