El salto al vacío. En suspensión, sin temor a lo que se esconde detrás. La emoción que se aprecia en las obras de Luis Coquenão. Es la pausa antes de continuar, un instante congelado, la pureza del paisaje contra el coraje del salto. El espectador debe dejarse llevar por la imagen, disolverse, caerse en ella como quien se pierde en las profundidades de un haiku. Las saltadoras de Marta Fàbregas, son mujeres en busca de libertad, valientes y pioneras, que nos despiertan de la eterna ensoñación. Nos inspiran y hacen crecer. Mujeres que dan un paso adelante, capaces de lanzarse al vacío, contener la respiración, saltar sin red y... volar. Así se establece el dialogo entre los artistas: Espacios, panoramas o más bien realidades a las que estas valientes de antaño se enfrentan. Adquieren aquí un mensaje claro, nada más lejos de la realidad: la mujer de antes y de ahora frente a diversas realidades, todas ellas libres a la interpretación del espectador.