Descripción de la Exposición
Carmen Boixadós Ruiz, Lola González de la Vega y Edmundo Sanz-Gadea.
Nos encontramos ante una exposición dialéctica, una muestra en la que se relacionan y enfrentan tres fórmulas de representación totalmente diferentes. Tres técnicas artísticas distintas- pintura, escultura y fotografía- en manos de tres artistas que han sabido aprovechar todas sus capacidades expresivas. Éste, no es un enfrentamiento dialéctico clásico entre tesis y antítesis, ya que, en este caso cada planteamiento es considerado como una verdad, un axioma. Realidades que nos presentan tres grandes artistas: Carmen Boixadós Ruiz, Lola González de la Vega y Edmundo Sanz-Gadea; y que, al poder contemplarlas en una misma sala, abren la posibilidad de adentrarnos en una suerte de proceso intelectual, plateándonos verdaderas preguntas trascendentales: ¿una representación puede convertirse en una nueva realidad?, ¿estas nuevas realidades deben parecerse a la nuestra?, ¿qué hay tras la mirada de un artista?, y lo más importante -en momentos tan distópicos como los que vivimos- ¿es contagiosa?.
Edmundo Sanz-Gadea se recrea con la luz, la agitación y el ir y venir de la gente en los espacios comunes que estructuran los amplios planos de nuestras ciudades. Un pasillo, una cornisa o una valla publicitaria, todo detalle se transforma en una fórmula elocuente que permite crear identidad. Edmundo aborda este juego creativo mediante una pincelada certera, enlazando un diestro dibujo con zonas tonales que generan atmósferas hipnóticas, sin necesidad de otro artificio pictórico. Convertir lo sencillo y fugaz en permanente y complejo, en historias paralelas que resultan atractivas y despiertan el deseo de arraigo, de pertenencia, ese sueño vivaz en el que por un instante sentimos que somos parte de esa ciudad, pertenecemos a ese pueblo, respiramos y bebemos su luz cada día. Esa magia que nos permite escapar a otra realidad, esa magia que responde a nuestra primera interrogación: sí, una representación puede convertirse en una nueva realidad.
El latir de la pintura, la libertad del color y el movimiento de las formas, todo es sensibilidad y posibilidad en la obra de Lola González de la Vega. Piezas en las que resuena un trabajo introspectivo a través del que la artista construye todo un entramado de nuevas realidades simbólicas, apoyadas en la combinación de diferentes técnicas como el dripping, la aguada y el espray de pintura acrílica. La selección de colores armónicos y la delicadeza resultante generan atmósferas sutiles, pequeñas capsulas expresivas que sintonizan con lenguajes cercanos al expresionismo abstracto o el surrealismo experimental. Asimismo, la pintura traspasa su ámbito meramente bidimensional para cobrar altura y profundidad física. De esta manera, se manifiestan siluetas antropomórficas, formato icónico clave que sirve de enlace entre nuestra realidad y estas sugestivas superficies. Por lo tanto, no, no es necesario que estas nuevas realidades se parezcan a la nuestra para poder acceder y disfrutar de ellas.
Ver, mirar a través del objetivo, encuadrar y ajustar el enfoque y obturar. La luz empieza a transcribir la receta que la fotógrafa seleccionó, que aisló del resto de contingencias. La imagen aparece, como espectro del pasado y en manos de la artista se transforma en un nuevo presente, quizás más bien en un deseo de futuro, pero lo que sí es cierto, es que abandona su estado de evidencia para aprovisionarse de un carácter lírico. Con gesto audaz Boixadós se aleja de lo real mediante el juego técnico fotográfico y de postproducción al distorsionar los colores por medio de un efecto solarizado, manteniendo el obturador abierto durante más tiempo o seleccionando encuadres que dan como resultado imágenes que se acercan más a una composición pictórica que al gesto mecánico del mal llamado click fotográfico. ¿Qué hay detrás de esta mirada? Detrás de esta mirada hay un mundo sin los límites de nuestro espacio o tiempo, de nuestros prejuicios o valores, de la restrictiva realidad. En esta mirada del artista hay libertad plena.
Por último, quizás la pregunta más fácil de responder sea la última: ¿esta mirada es contagiosa? Sí, aunque mantengas la distancia de seguridad tras un largo periodo de exposición, es imposible que no se te pegue algo de gusto estético.
Comisaria de la exposición: Izaskun Monfort Aurteneche
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España