Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- La cotidianidad del país no ha estado ausente de la obra de Fernando Botero, a pesar de que no reside en Colombia. En sus pinturas evoca las casas, los pueblos, los paisajes, los personajes y las costumbres de un "mundo amable". Pero, como dice el artista, Colombia "también tiene esa cara terrible de la violencia".
Está formada por 25 óleos y 42 dibujos donados por el artista Fernando Botero al Museo Nacional de Colombia en 2004. Con esta colección el pintor reflexiona sobre la violencia acaecida en Colombia entre los años 1999 y 2004.
En las obras de esta exposición que representan personajes que viven sucesos trágicos y recientes, plasma esa situación, sin querer hacer juicios, pero rechazando la violencia. El tema se aleja del concepto del arte como productor de placer, "en vista de la magnitud del drama que vive Colombia, llegó el momento en el que sentí la obligación moral de dejar un testimonio sobre un momento tan irracional de nuestra historia", dice Botero. No obstante, el tema de la violencia en su obra tiene algunos antecedentes.
En la década de 1960 realiza un mural para el Banco Central Hipotecario, Masacre de los inocentes y El secuestro, en donde hay una alusión a la violencia de mediados de siglo XX. En 1973, a la manera de una naturaleza muerta, pinta Guerra, en la que amontona militares, sacerdotes, mujeres, niños como si se tratara de un campo de batalla. También mostró un interés por extraer historias de los periódicos, como es el caso de los cuadros Las noches del doctor Mata (1963), Teresita la descuartizada (1963) -hechos comentados ampliamente por entregas en la página roja de El Tiempo-, y El asesinato de Rosa Calderón (1970). Un par de décadas más tarde, dedica parte de su producción a la violencia más reciente.
A partir de 1999 el artista tiene la voluntad de recrear en pinturas la dramática situación del país. Pinta cuadros como vestigios de un momento histórico, en los que recoge el "folclor oscuro" por medio de la representación de la muerte de Pablo Escobar o del retrato de Manuel Marulanda Vélez, "Tirofijo". Éstas son formas de crónica que se remontan a la creencia de Botero de que el realismo no se expresa en arte político sino en "un compromiso entre lo que vemos y lo que sabemos".
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España