Una crudeza parsimoniosa es un proyecto expositivo donde la obra pictórica y el vehemente relato vinculado que genera son los protagonistas. Producida por el artista Miguel Scheroff y comisariada por Javier Ubieta, la propuesta acerca al público la imaginería del artista jienense -un universo singular, lleno de sensibilidad y dramatismo- a través de un compendio de piezas que potencian al máximo la seducción tanto en lo que ocultan como en lo que revelan. De una manera profusa, viva y deseable pero también atormentada, transgresora y dramática, las pinturas acumulan sensaciones que se entregan sin piedad a los sucesivos asaltos de una escardadura moral: la codicia de la acumulación, los gritos del desamparo, la deriva dentro del laberinto y el acecho durante la
captura.
La investigación y la técnica sobre las que se asienta la obra de Scheroff son el cimiento fundamental para expresar una carga semántica que trasciende de forma efervescente lo...artístico, y abruma. Esta selección desvela sin escrúpulo una recia atracción-repulsa hacia toda aquella conducta humana que ocasiona cicatrices en la naturaleza. La violencia y la distorsión de valores están subyugadas por el acto de pintar. La tradición, la protesta, la cultura y la no cultura se manifiestan para hablar de una herencia radical, que es víctima de exacciones y fruto del hurto a lo civilizado.
Del ahuecamiento de un gesto surge la luz. La eternidad se suspende. El bien y el mal no se enfrentan, se conjugan. El aullido da paso a una insoportable quietud. El silencio precede a la muerte. Y el milagroso equilibrio de la balanza advierte, dentro del lacerante aniquilamiento, el aliento del día y la esperanza de un brote de vida. Por exánime que parezca. Por fútil que sea. Que sea.
Javier Ubieta - Diciembre de 2018
Entrada actualizada el el 27 dic de 2018
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