Descripción de la Exposición
Un cuerpo extraño en el ojo
Diseño de montaje: Amadeo Azar.
En esta muestra Silvia Gurfein expone buena parte de las obras realizadas en los últimos tres años. Estos trabajos, en un primer acercamiento podrían interpretarse como una poesía de la visualidad pura, realizada de manera lírica y refinada. Sin embargo, la artista piensa su obra en términos más amplios: además de reflexionar sobre la práctica de la pintura, sus temas son el tiempo, las presencias y las ausencias, lo efímero y lo duradero, el ojo (lo que vemos, lo que perturba el ver), las conexiones, el cuerpo.
“La pintura contiene tiempo, contiene historia en su ADN”, afirma la artista. Uno de sus mecanismos para disponer de ese tiempo acumulado, es recuperar los fragmentos de óleo que restan en su paleta al finalizar cada día de trabajo, dejarlos meses o años hasta que sequen y se asemejen casi a piedras preciosas, para luego incorporarlos a otras obras y desplegar el tiempo que tenían contenido. “En cada fragmento de óleo está condensado tiempo. Mi trabajo puede leerse como una extensa conversación entre las referencias a la imagen como ausencia, y el trabajo con los restos, los vestigios, lo que parece haber quedado fuera de la vista y ha sido desechado en la historia de la pintura…Es una conversación al interior de la propia pintura, una dialéctica entre los elementos de su propia historia.”
Una idea que sustenta estas obras expuestas es la conexión. Gurfein observa que las metáforas que manifiestan visualmente este concepto se presentan como líneas (raíces, cables, sinapsis, relámpagos, electricidad, cabellos, micelio…).
Cuando traza las líneas en la pintura, estas aparecen sobre fondos trabajados por veladuras, colores complejos que sutilmente transparentan las varias capas subyacentes sin construir densidad de materia. La pintura es aquí pensada como material sensible, que puede captar un estado. En los dibujos, las líneas son recorridos, señalamiento de territorio y expresión de una vibración interior. En todos los casos la superficie sobre la que trabaja es un espacio que podría dar cuenta de un mundo y las líneas, un modo de habitarlo.
En una de las salas las obras están dispuestas en forma de onda, similar al recorrido de un electroencefalograma. Gurfein ya ha utilizado este formato expositivo, bautizándolo “electromentalograma”, un modo de montaje que enfatiza la idea de pulsación nerviosa que emerge de la conexión mente-cuerpo. Puede leerse metafóricamente como un registro de los micro-movimientos de la mente, que se expresa en continuidad con la pintura, o la pintura es impulsada por el músculo mental para crear estas formas.
“La producción de estas obras tuvo algo de performático —cuenta Gurfein— una cierta preparación y gestualidad corporal, una noción de que hay un cuerpo pensando todo, un cerebro que llega hasta la punta de mis dedos. Un extraño baile”. Esto se manifiesta en las pinturas pero sobre todo en los dibujos. “Dibujar me volvió al cuerpo. Mientras tengo la ilusión de que bailo, muevo el lápiz o el pincel y sigo el sendero que me propone el ánimo, el cuerpo mental”.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España