-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

La noche prometía. Pertrechados con nuestras cervezas en la mano y la chispeante seguridad que aportan dos anteriores, conseguiremos hacernos hueco en primera fila, dispuestos a dejar ... que piernas y cabeza se abandonasen y acompañaran rítmicamente cualquier música que se nos echara.

El grupo se llamaba 'Super Elvis', y aunque nunca habíamos oído nada de ellos, sus pintas e indumentaria no dejaban lugar a la duda. Tupés elevados hasta lo imposible, patillas de hacha, gafas de sol y unas botas cuyas punteras disuadieran a cualquiera con ganas de gresca.

Cuando la música comenzó a sonar, se detuvo el trasiego de cerveza y nuestras piernas adquirieron la rigidez de un tablón. El cantante sujetaba el micro como si en ello le fuese la vida, y de su boca salían únicamente lamentos y gemidos.

El tipo no cantaba, aullaba a la muerte! y la guitarra y bajo producía una música tan densa que te ponía al borde de tus peores pesadillas.

Distorsión, desgarro, lamentos. Palabras ininteligibles.

A la tercera canción, alguien con unas cervezas de ventaja y poca paciencia explotó 'cantad algo más animado!!!!'. El Elvis oscuro no se inmutó, 'vamos a tocar algo más animado.... conocéis Let's twist again?' Asentimos con la cabeza.

Entonces comenzó a cantar como un coyote aúlla a la luna, arrastrando las notas como piel por asfalto.

Al fin y al cabo, pensé, Elvis lleva muerto muchos años. Ashes to ashes, diría Bowie...

'¿Pintas animalitos?'

- Animalitos que ya no están.

'¿Por qué no pintas algo más animado?'

- Let's twist again...