Descripción de la Exposición Rudolf Lehnert nació en Bohemia en 1878. Ese mismo año vino al mundo en Sajonia quien se convertiría con el tiempo en su inseparable socio: Franz Landrock. La amistad les llegó bien temprano, en plena infancia. No obstante, fue en 1904 cuando estrecharon fuertes lazos al reencontrarse en Suiza, a la vuelta de un viaje que había llevado a Lehnert hasta Túnez. Fue allí donde el artista formado en el Instituto de Artes Gráficas de Viena quedó atraído por las imágenes de Oriente. Fascinado por aquel escenario, no dudó en mostrar a su compañero las primeras fotografías que había tomado en el país norteafricano para así convencerlo de la conveniencia de asociarse y viajarjuntos hasta aquella región. Partieron a la edad de veintiséis años, con la maleta cargada de una común pasión por la fotografía y el Oriente Medio.
La labor de los socios, que duró hasta 1930, guardó desde entonces un gran equilibrio, pues en tanto que Lehnert, fotografiando todo lo que le inspiraba y conmovía, registraba con su cámara la belleza del norte de África, Landrock acometía con suma maestría las tareas técnicas propias de laboratorio, así como las derivadas de la gestión del negocio que ambos habían puesto en marcha en el centro de Túnez.
Los viajes de Lehnert por el Magreb se prolongaron durante diez intensos años. En el transcurso de ellos se ocupó de fotografiar escenas perdidas en el tiempo y el espacio. Tras cada periplo siempre volvía a Túnez, pues era allí desde donde Landrock se encargaba de difundir el trabajo del artista, comercializando con éxito las imágenes exóticas de un Oriente poco accesible.
Los temas preferidos de Lehnert guardan relación con el desierto y los oasis, así como con los retratos, desnudos y escenas de la vida cotidiana protagonizados por personajes singulares con los que el artista se topó a lo largo de su trayectoria vital y profesional. Todo ello lo registró en placas de vidrio, en las que quedó grabada una onírica visión de Oriente: "desiertos estériles con sus luces y sombras, oasis fecundos con aguas que nos hablan de la fuente de la vida, y, como simbólica unión de lo anterior, mujeres encarnando los contrastes extremos de la inmensidad del desierto y la riqueza del oasis" (E. Lambelet).
Cabe interpretar que el interés de las fotografías de Lehnert y Landrock es fundamentalmente histórico. Porque bajo el polvo de unas placas de vidrio ha quedado reproducida la visión de una sociedad y de una época, así como los elementos característicos de eso que hemos convenido en denominar "orientalismo". De manera consciente o inconsciente, el trabajo fotográfico de Lehnert constituye una muestra de adhesión a ese movimiento que nos presenta un Oriente tal y como lo entendía el europeo de finales del XIX. Para plasmarlo, el maestro no regateó esfuerzo alguno. Buscó para ello el escenario perfecto en el desierto, localizando el grano de arena pulcro y la luz ideal. Y, sorteando las reglas éticas a las que obligaba la época y la sociedad, se valió de mujeres contratadas en burdeles para utilizarlas de modelos en sus posados. Fue con esas recreaciones y transformaciones de la realidad como logró transmitimos un particulary atractivo Oriente occidental.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España