Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- El origen es ahora, escribía Barnett Newman. Con el presente, con el ahora, nos podemos relacionar de diversas maneras. Lo podemos entender como un estado de negación de la duración, como un momento de lo provisional, como un espacio original en el sentido de 'comienzo', como un espacio de actuación temporal, etc. Desvinculados del futuro, el vivir solo se conjuga en presente, y aún cuando hemos asimilado que el tiempo no es un concepto único, las categorías temporales que estructuran nuestras experiencias siguen siendo operativas en una conciencia cultural acordada con nuestro presente vital. Así es que hoy hablamos, no de tiempo, sino de temporalidades, no de historia sino de arquitecturas narrativas, no de espacios, sino de aceleración, y descubrimos que el tiempo ya no es una categoría existencial, sino sólo una ?tendencia? sobre la línea del progreso y el cambio social. ¿Cuál es el tiempo del arte en las condiciones aportadas por capitalismo tardío o de tercera generación?. O lo que es lo mismo: el capitalismo de la energía nuclear y las tecnologías de información y comunicación. Si nos atenemos a los materiales publicados tan profusamente en los últimos años, todo apunta a que nos encontramos en medio de una gran transformación social y cultural, en el epicentro de su mutación a lo inmaterial generalizado, del paso del mundo material de la industria, al mundo inmaterial de la información y la comunicación. Esto influye profundamente, no solo en una idea de tiempo, sino en las formas de institucionalizar las prácticas sociales ya sean las políticas, económicas, culturales o de arte. ¿Cuál es, o cuales son entonces, las temporalidades que las prácticas de arte pueden aportar, en las condiciones antes apuntadas, al timing del modelo propuesto por el capitalismo imperante (financiero en economía y consumista en el mercado) bajo la 'tiranía de la innovación'?. Esta pregunta nos pone sobre algunas pistas de la evolución de lo que entendemos por cambio social en las sociedades contemporáneas: una primera pista nos empujaría a poner en tela de juicio la idea de desarrollo orientada a la producción de bienes, sin hablar nada de la acumulación y la distribución; una segunda, por el contrario, estaría a favor y tendría en el mercado el lugar ideal de distribución, además de aportar la posibilidad de entender al ciudadano en términos de usuario o consumidor, y una tercera pista, sin negar las dos primeras, pondría el acento en lo sustentable, que no es otra cosa que la búsqueda de cambios en el transcurso de experiencias y prácticas, atendiendo a la idea que aconseja reconocer que el sistema organizado por las premisas capitalista industriales de la segunda revolución industrial han sobrepasado el umbral de innovación, por lo que ha de olvidarse el sueño de la sociedad disciplinaria como garante del desarrollo y privilegiar el sueño de la sociedad democrática. Esto implica que cualquier idea de desarrollo en la actualidad pasa por reconocer la centralidad cultural de los individuos en detrimento de las identidades colectivas en una lógica de producción incesante de diferencias radicales. ¿Pero por qué nos preocupa tanto el presente hasta el punto que hoy solo oímos hablar de 'presentismo', cuando lo que real mente nos aterra es el mañana?
Artistas: Juncal Ballestín, Iñaki Cerrajería, Aitor Lajarín, José Maldonado, Joxerra Melguizo, Juan Carlos Meana y Juan Carlos Román.
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España