3 días en La Habana. 3 paseos. Los turistas aplicados hacen fotos. Muchas fotos. Sin parar. Y nosotros lo somos. Así que nos vamos de paseo. No hay mucho monumento por aquí. Cuando se sale de las pocas calles acondicionadas “a lo occidental" por donde pasean los turistas, La Habana muestra una decadencia de gran ciudad venida a menos que revela sin embargo lo que fue y lo que podría llegar a ser de nuevo. En eso están. Despacito. Pero hay mucha vida en esas calles. Mucha vitalidad: los cubanos. Ellos son lo más monumental y sin duda lo más fotogénico de Cuba. Les gusta la cámara. Y a nosotros su cercanía, su extraña familiaridad, su empatía (¿natural?, ¿forzada?), lo bien que posan sin posar. Son lo mejor de Cuba: los cubanos... Y el paseo del último día continuó alrededor de la isla: Cienfuegos, Santiago,…Y todo el rato nos acompañó algo sin lo cual no se entendería Cuba, la fuerza que los acompaña, que surge por todos los rincones: su música.