Manfred Dörner nació en Wiesbaden, en 1945. La mayoría de sus primeros trabajos consistieron en esculturas de acero, que creó utilizando técnicas de soldadura. En sus últimos años en Berlín, ha desarrollado la técnica de pintura que ha caracterizado su trabajo hasta la fecha de hoy. Debido a su tendencia a trabajar a gran escala, experimentó durante la década de 1980 con pequeños lienzos que iba componiendo para crear imágenes de gran formato. A día de hoy, todavía utiliza esta técnica de recopilación de múltiples placas de imágenes para crear una sola composición. El objetivo de su trabajo es crear nuevos efectos artísticos a través de estas combinaciones. No le interesa el trabajo individual en sí mismo, como una entidad fija y estática, sino más bien la posibilidad de transformaciones que son inherentes a las estructuras pictóricas.