Descripción de la Exposición La trayectoria artística de Santos Javier durante la última década se ha articulado en torno al hallazgo de una identidad estética que, al contrario de lo que suele suceder, no ha sido óbice para una constante y coherente innovación tanto formal como temática. Sus anteriores imágenes arquitectónicas y acumulativas no hacían sino constatar la huella que el vértigo y el consumo definidores de la vida contemporánea dejan sobre nuestros modos de percepción y conducta. Sirviéndose de procedimientos informáticos para sublimar y saturar cromáticamente fotografías tomadas de perspectivas anguladas de edificios urbanos -que iban desde la abstracción pictoricista de la funcionalidad estética de instituciones museísticas a la configuración de series de Cajas Huecas- o de reuniones de objetos, ha sabido configurar un imaginario singular, en el que los procedimientos de su gestación también dan cuenta del frenesí productivo de las sociedades actuales. En efecto, el artista acomete la tarea de registro instantáneo de lo real mediante el ojo de la cámara fotográfica, capturándolo en millares de imágenes cuya indicialidad es sometida y relegada por la ilimitada capacidad de transformación que le concede la tecnología digital. La serie que ahora nos presenta imprime un nuevo giro a esta búsqueda. Los Transcriptores de información conjugan la impronta cromática de sus anteriores piezas con la deliberada obscenidad resultante de la presentación del recorte amplificado de una forma extraída de la vida cotidiana. Sin renunciar al sello pop y cómic que caracteriza su obra, confiere a sus imágenes una extrañeza particular, dado que si el incremento de la escala contribuye a redimensionar los contornos y la plasticidad de esos objetos en detrimento de cualquier reminiscencia de su valor de uso, la renuncia a las imposiciones del formato naturalizado del cuadro pictórico subraya la convencionalidad de este en tanto que marco representativo por antonomasia de la historia del arte -una idea que se redefine en un sentido más estrafalario y burlesco en otras piezas, como sus ceremoniales Oscar o sus gigantescos samovares y copas de primer premio. En ese sentido, las imágenes de Santos Javier se expanden más allá de los epígrafes normalizadores y las narrativas encorsetadas de dicha disciplina humanística, insertándose en la trama de imágenes que conforman el mapa iconográfico actual. La acentuada bidimensionalidad del soporte elegido -planchas de aluminio de apenas dos milímetros- desplaza la materialidad y volumen reales de las latas de conserva y las asimila, mediante su conversión en imágenes, al carácter epidérmico de la sensorialidad contemporánea. Pero dicha bidimensionalidad no se supedita a una poética contemplativa o al ostracismo autorreferencial, sino que apunta, bien al contrario, hacia la activación vibrátil de la mirada del espectador, atrapado por una energía sobreestimulante y estridente que compromete cualquier posibilidad de reclusión ensimismada. La incorporación a la experiencia estética de objetos que la cotidianidad cosifica al asignarles un rol estrictamente contenedor se ve interpelada a su vez por el título de la muestra, que parece remitir a algo que se oculta tras la superficie lacada de la imagen, como si la inflación de lo visual de la que hablamos distrajera la posibilidad de un conocimiento ulterior de lo real; pero, al fin, Santos Javier se cuenta entre aquellos para quienes la pregnancia de la imagen contemporánea no es un velo que podamos rasgar para hallar esos «Transcriptores de información», sino una pura pantalla cuya promesa de trascendencia se desvanece en sí misma.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España