Justo hace dos años, como si fuera un suspiro sin fondo, nunca imaginó que el cristal sería aquel soporte soñado para mostrar un pensamiento sin final, con la punta de diamante para trazar líneas atrapando la figura humana siempre desnuda y abierta al vivir. Desde la admiración por la materia transparente o transparente, que sirve como medio y no como soporte, lo cual no le resta importancia a la obra. Con una imagen podemos representar una idea, algo inmenso, algo eterno. Con una imagen podemos cambiar la realidad, la mente y el mundo. "Nací en Zaragoza en 1995 y me crié rodeado de grandes ejemplos, presentes y pasados, a los que hoy dedico mi obra. Tras muchas decisiones, aciertos y desaciertos, cursé mis estudios universitarios en la carrera de Bellas Artes. Allí comencé a investigar los materiales transparentes, vidrio y cristal, a jugar con las propiedades de los mismos y a desarrollar un trabajo artístico personal."