Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Golpes a un saco de arena Si en la ciudad de Badajoz hubo alguna vez un movimiento underground, que lo hubo -aunque pequeñito y de provincias, como corresponde- Toto Estirado es su icono más representativo y su principal valedor; no en vano Toto participó activamente en los años setenta en dicho movimiento durante los años que pasó en Sevilla, una de las principales cunas del underground hispano. Allí se integró en el ambiente contestatario del momento, en lo cultural y en lo político, llegando a participar en la hoy olvidada película Vivir en Sevilla (1978) de Gonzalo García Pelayo -su voz narra un relato mientras la cámara recorre sus cuadros-, para la que también hizo el cartel. Los integrantes del movimiento underground de aquel momento -artistas plásticos, músicos, poetas, cineastas- no perseguían la gloria ni la fama con sus obras y, desde luego, tampoco el dinero ni una recompensa material; el suyo era un anhelo desinteresado y provocador, era un situarse frente a lo oficial desde lo personal, eran jóvenes que aspiraban a desarrollar sus pasiones creativas desde una independencia rompedora. No querían formar parte de una tradición cultural y social en la que no se reconocían, aspiraban a crear un mundo aparte frente a la gris realidad del día a día de aquellos difíciles años. Toto Estirado fue uno de ellos, un artista underground que malvendía su obra por los bares y calles de la ciudad -ya lo hizo en Sevilla antes de hacerlo en Badajoz- en la tradición del malditismo asumido como forma de vida, sin asomo de artificio ni pose alguna. Como tantos otros de aquella generación, es un artista pobre y sin recursos que recicla materiales para poder crear y expresar su ser; por esa precariedad económica utiliza tabla en pequeño formato y acrílico como principales materiales para sus cuadros. En los años en que la libertad individual había que conquistarla -también la colectiva, pero ese es otro cantar- Toto Estirado, comprometido fundamentalmente consigo mismo, demostró que esa conquista tenía un alto precio, pues se pagaba con la marginalidad y la condena social. Y es ahí, en esa actitud personal, más que en su obra misma, donde la figura de Toto Estirado ha ido creciendo con el correr de los años. En un giro de justicia poética de la vida, aquél que fuese en su momento apartado y ninguneado por su incómoda presencia es hoy patrimonio local homenajeado incluso en el callejero urbano del Badajoz más marginal. Hay artistas a los que el impulso vital les arrolla y les pasa por encima con fuerza desbocada y purgan su espíritu componiendo imágenes compulsivamente. Para ellos lo primordial es el acto mismo de pintar, poco importa el resultado después de la catarsis del hecho trascendente de manipular los pinceles y pigmentos sobre la tabla o el lienzo. En el caso de Toto Estirado, su querencia por la pintura le marcó la vida de principio a fin -'el arte es una forma de exorcizar la nada', dijo-, fue su vocación primaria y definitiva. Toto reflejó en su obra su naturaleza de artista salvaje ?diferenciado claramente del artista doméstico y políticamente correcto- y por eso es lógico, y quizá inevitable que, fundamentalmente, utilice en sus cuadros el lenguaje del fauvismo o del expresionismo y disfrute repartiendo colores por su obra como un boxeador reparte golpes a un saco de arena para acabar abrazado a él. En su vasta e irregular obra bebe de los fuertes y puros colores de Picasso, de Matisse, de Modigliani o de Cezanne, llegando incluso a acercarse ocasionalmente a los modos de Ortega Muñoz en algunos paisajes. Y también asoma siempre la ingenuidad en sus obras, una ingenuidad entendida como aquella que crea con mirada limpia y sin temor a nada, ni errores ni críticas. Sus cuadros revelan una espontaneidad en la ejecución que los dota de una gran fuerza expresiva, a pesar de las repeticiones y revisiones constantes de sus propios temas. Ahí es donde radica su fuerza como creador único, por encima de deficiencias técnicas, en ese su modo inevitable de ejercer el oficio de pintor. José Ángel Torres Salguero Crítico de arte
45 obras de pintura al óleo y técnica mixta realizadas por Toto Estirado y pertenecientes a la Colección Fernández-Berjano.
Exposición. 17 nov de 2024 - 18 ene de 2025 / The Ryder - Madrid / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España