Descripción de la Exposición
El tótem, según Levi Strauss, no es algo que podamos observar desde afuera, sino desde el interior. En ese sentido, Eugenia Martínez plantea una confrontación personal ante la historia y ante la contingencia de reconocer en lo que observamos nuestra constitución como sujetos cívicos; trasladando la imagen domesticada a una imagen salvaje que nos permita generar otras posibilidades de pensamiento a partir de la visualidad.
De ahí que encontremos el uso de estrategias de la pintura hiperrealista como lo es el alto contraste en amarillo que Martínez utiliza como gesto crítico al estado de verdad de la pintura hiperrealista y la televisión; ambas tecnologías que existen para legitimar algo supuestamente real y con ello fijar un solo sentido de la representación: la del poder.
La tecnología de la pintura hiperrealista y la de la televisión, utilizan el color amarillo como color sustractivo, es decir, provocan alto contraste en una escala de grises. Esta técnica Martínez la emplea, no solo de manera formal, sino que la extiende como dispositivo crítico: la crisis civilizatoria por la que transitamos es la crisis del proyecto de modernidad que atestiguamos anodinos desde la televisión.
El 9 de agosto de 1960 David Alfaro Siqueiros fue detenido y encarcelado presuntamente por el delito de disolución social; mientras que maestros y ferrocarrileros fueron fuertemente reprimidos. Un día después, un grupo de estudiantes en Ciudad Universitaria se concentró en la estatua de Miguel Alemán, realizada por el artista académico Ignacio Asúnsolo -mismo que realizaría el monumento a la paternidad en 1924-. Los rumores de que el ex-presidente de la república podría ser el siguiente rector de la universidad detonaron la dinamita que la destruyó parcialmente en la madrugada del 14 de agosto de ese mismo año.
Martínez sugiere ese hecho histórico como el momento de ruptura del pacto social con el modelo paternalista del régimen priísta y del derrumbe de las promesas de progreso que habían traído consigo la modernidad. De igual manera, en el arte se acentuaría un nuevo modelo axiológico que pondrá en cuestionamiento la relación de los jóvenes artistas de la época con los viejos maestros: un momento de parricidio agonizante que aún logramos liquidar.
Es así que Tótem sea el resultado de un largo proceso de reflexión sobre la visualidad y la relación de ésta con el poder; de ahí que también encontremos la preponderancia que Eugenia Martínez le otorga a lo barroco como alternativa de circulación visual. El trompe-l’oeil que provocan las frases que escribe sobre las imágenes y los cordones amarillos que resaltan los rostros expresa la urgencia de una mirada socialmente comprometida por parte de todos.
Octavio Avendaño Trujillo
Formación. El 30 ene de 2025 / Fundación Juan March / Madrid, España