Tonetty es la artista performer más pura que yo conozco. Solo se deja ver en contadas ocasiones cuando realmente tiene sentido. Fuera completamente del mercado del arte sus piezas son un guiño a la vida en su faceta más doméstica.

Su primera performance fue trasladar su vieja lavadora a un lugar artístico para, según sus palabras, 'que con su ritmo y presencia agrade y sorprenda a los presentes'. Su centrifugado conmueve y emociona a todos. Al día siguiente la recoge el ayuntamiento y la artista recibe una carta del entonces alcalde de Madrid, Álvarez del Manzano, agradeciéndole su ciudadanía ecológicamente comprometida.

En otra ocasión montó encima de unos cochecitos teledirigidos unas fregonas que al ritmo de la música de la película Fantasía limpiaban solos una cocina.

Para FRAGIL Tonetty ha decidido regalarnos un ... buen inicio de año nuevo… una catarsis de liberación en donde solo veremos el resultado de la performance que en algún otro momento ha sucedido.