Descripción de la Exposición Nacido en Dieulefit (Francia) el año 1964, Tomás Martínez Suñol vivió desde pequeño en un ambiente plenamente artístico. Hijo y sobrino de pintores -su padre, Joaquim Martínez Lerma, y su tío, Àlvar Suñol- muy pronto demostró gran interés por la expresión plástica. Puesto que sus tiempos de formación eran difíciles -siempre lo han sido para los artista vocacionales- orientó su facilidad para el dibujo y para el color hacia la ilustración. Llegado a Cataluña con la familia, se estableció en Badalona, asistió a la Escuela Pau Gargallo y en ella demostró sus cualidades creativas, que le llevaron a relacionarse con editoriales, ferias y certámenes internacionales. En este amplio espacio su actividad ha sido particularmente intensa en toda Europa y América y sus obras, que habitualmente firma como Tomás, su nombre de fondo, son especialmente valoradas. Ahora tenemos la oportunidad de encontrarnos ante una muestra pictórica suya, aspecto éste donde, a pesar de haber participado en diversos concursos y ser siempre seleccionado para exponer y premiado en diversas ocasiones, ha dedicado poca atención. Y es lástima, puesto que demuestra gran capacidad técnica y especial sensibilidad para el color, con el que hace llegar de una forma muy directa su interesante visión del entorno. Pienso que, de una forma quizás inconsciente, Tomás Martínez Suñol, describe con su interés por las sombras -donde hay luz siempre hay sombra- mucho de la actual situación humana. Vivimos en una sociedad donde las imágenes de las cosas que creemos básicas -a pesar de todo todavía lo son- las sentimos huidizas y cambiantes, siempre móviles. Y él establece sus valores y pone de relieve que, a pesar de encontrarse en un segundo estadio -primero la luz, después la sombra- explican la intimidad de la realidad que nos rodea y que lo hacen mucho mejor que las formas establecidas. Caminar por uno de los callejones que él nos describe, ver sus ventanas, sentir como son los manteles rojos y observar la sombra de la toalla que el vecino ha puesto al sol para que se seque -doy unos cuantos ejemplos, pero las sensaciones son muchas más- permite sentirse en la esencia hueso de las cosas que nos hacen sentir seguros. Tiene la valentía de establecer la fuerza perenne de lo que parece complementario y que, en realidad, tanta importancia tiene en el recuerdo de todo lo que nos rodea. Perder la sombra de día o a la luz de la luna parece imposible -el italiano Chamizo escribió sobre esta cuestión-, pero dicen que pasaba con aquellos hombres que vendían el alma al diablo. Nuestro pintor lo recuerda, porque pone todo su gran espíritu creativo y de resistencia a las tentaciones en ella.
Exposición. 26 feb de 2025 - 01 sep de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España