Tomás Vaquero, es uno de los artistas plásticos más prometedores de la joven generación del arte contemporáneo. Ganador del premio Ojo Crítico de RNE, su obra está presente, pese a su juventud, en importantes colecciones como la de Unión Fenosa o la de la Embajada de España en Tokio.

  Descendiente directo de una de las más importantes sagas artísticas de nuestro país, la de los Vaquero, la obra de Tomás se mueve dentro del denominado Expresionismo Abstracto, estilo por el que el joven artista ha sabido moverse y evolucionar en el transcurso del tiempo, con paso firme.

  Desde su primera exposición individual en Van Dyck en el año 2005, su obra se ha ido transformando paulatinamente, como ha ido captando y mostrando esta galería en su anual selección de 'Jóvenes Valores del Arte Nacional'.

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Partiendo, pues, de trabajos en los que la combinación de colores era protagonista, pasó en 2008 (segunda monográfica en esta galería) a una obra mucho más lírica y sintética, dominada por la presencia de colores puros.

  Precisamente un señalado paso en esa constante evolución viene representado por esta exposición, en la que Tomás prescinde del color para seguir evolucionando en obras puras, basadas en el blanco y negro. Con ello sus cuadros se vuelven todavía más sintéticos, prescindiendo de lo anecdótico y conduciendo la mirada del espectador hacia un sinfín de matices, contrastes y transparencias que hacen de cada una de sus obras un homenaje a la creatividad.

  Pero la calidad de su pintura no se basa únicamente en la riqueza de recursos técnicos, sino también en la fuerza gestual del trazo y en la vitalidad de la impronta.

  En la muestra podrán verse unas 30 piezas pertenecientes a esta última etapa, todas ellas dominadas por la cinética creada con blancos y negros fusionados mediante sutiles veladuras.

Un gran lienzo rojo que da luz a esta exposición dominada por 'Sombras' y 'cinética' creadas por el 'gesto' realza un fuerte y sorprendente contraste tal vez precursor de nuevos y próximos caminos del joven artista.

No deseamos concluir este pequeño comentario sin mencionar el recuerdo de su abuelo y padre, Vaquero Palacios y Vaquero Turcios asturianos de nacimiento y adopción, siempre en el recuerdo de nuestros aficionados y de toda Asturias y especialmente en el cariño de esta galería en la que siempre estuvieron presentes.

 Hoy Tomas y su hermano Juan Vaquero Ibáñez (con sus obras fotográficas) representan con gran dignidad y responsabilidad la tradición continuada de la saga de los VAQUERO.