Es una instalación de sonido, poesía, video y pintura. Todo ello relacionado con viajes en tren de una manera subjetiva, especialmente con el constante paseo por la estación de Atocha y demás lugares hacia los que se extienden sus vías.
La instalación se compone de un túnel en el que hay una pieza de sonido que recoge sonidos ambientales y fragmentos musicales seleccionados en concreto. En el interior hay tres luces que simulan el tren con el que nos encontramos. Hay seis cuadros con diferentes formatos, gran parte de ellos con material reciclado teniendo en consecuencia variedad de soporte. Cuatro tienen dimensiones de dos metros aproximadamente y dos son más pequeños. Uno de los grandes se enfrenta a una proyección de video, cuyo video contiene partes de viaje y escenas metafóricas que se cruzan con las secuencias. Junto a los cuadros sobre una superficie hay situados billetes de tren sin destino,...sólo tienen fragmentos de poesía.
En el proceso pictórico hay un trabajo con varios planos y situaciones relativas a estos viajes, donde se integran muchos elementos en una misma escena. Partiendo desde el planteamiento con el recuerdo y la sensación del movimiento, repitiendo imágenes mentales como gente pasando, ventanas, paisajes, caminos, sueños y pensamientos siempre relacionados y dentro del contexto. Después del planteamiento hay zonas replanteadas en compañía de fotografías de referencia.
Cada cuadro tiene un tiempo concreto de ejecución, hay una búsqueda de dar lugar a cada cosa, siendo muchas veces superpuesta pintura encima de lo anterior, algo muy procesual y ambivalente. No hay bocetos previos y cada cuadro es diferente según lo que el formato exige, la superficie y el sentimiento, jugando entre el impulso incontrolado, el esfuerzo de dar un orden, la destrucción y la belleza.
Entrada actualizada el el 01 mar de 2018
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